Ciudad

La epidemia se quedó quieta

En la ciudad unas 6.500 personas conviven con VIH: es el 0,65 por ciento de la población. Y desde hace 15 años se evidencia un marcado descenso en la tasa de mortalidad y también de los casos pediátricos.

La epidemia del sida, en la ciudad, se encuentra estabilizada en un estado de meseta. Esta situación se evidencia tanto en la cifra de nuevas infecciones, como también por el hecho que desde el año 1996 a la fecha se observa un marcado descenso en la evolución de la tasa de mortalidad. También se denota una fuerte disminución entre los casos pediátricos, situación que se da a partir del afianzamiento de los métodos de prevención, el incremento de campañas de concientización y la bioseguridad sanitaria, entre otras medidas lanzadas por las autoridades del sistema de salud. Actualmente, se estima que en la ciudad alrededor de 6.500 personas conviven con VIH/Sida, lo que representa un 0,65 por ciento de la población total de Rosario, con lo cual, aunque la batalla está lejos de ganarse, todo indica que al menos se está logrando contener al mal. Empero, la lupa se enfoca ahora sobre la población adulta, en particular quienes tienen en promedio 50 años.

Los datos surgen del boletín epidemiológico “Rosario en acción ante el VIH/SIDA 2010”. La publicación brinda un detallado cuadro de la situación de la enfermedad a nivel local, nacional e internacional. Y en esta edición, por primera vez desde que se realiza la vigilancia epidemiológica –se comenzó a montar hace dos décadas–, se incluirán y darán a conocer los datos correspondientes a Rosario.

Según el informe, la epidemia en la ciudad se encuentra estabilizada y en un estado de meseta. La presentación se realizará hoy a las 9, en la Secretaría de Salud Pública (San Luis 2020), y estará a cargo de los responsables del Programa Municipal de Sida y del área de Epidemiología. El título del informe es Boletín Epidemiológico “Rosario en acción ante el VIH/SIDA 2010”.

En esta edición, se logró ordenar más de 20 años de estudio de la infección, lo que permitió trazar un mapa de la evolución de la epidemia, sistematizando el resultado de varios años de investigación.

Según el último relevamiento, la epidemia en la ciudad se encuentra estabilizada en un estado de amesetamiento. Esto se infiere a partir de cifras que marcan que, aunque siguen existiendo nuevos contagios, estos han dejado de multiplicarse, con lo cual la penetración de la enfermedad se ha ido acotando en la década y media.

Además, en el mismo lapso se evidencia una línea de corte en la cantidad de casos fatales: la tasa de mortalidad no se cayó a cero, pero redujo su crecimiento hasta estabilizarse.

También se nota una marcada disminución entre los casos pediátricos, situación que se explica en la penetración social de las campañas de concientización y prevención, y atención a los protocolos de bioseguridad en los efectores públicos y privados locales. Y un párrafo aparte tienen distintas asociaciones civiles cuyo trabajo se basa en la problemática: según se infiere de las cifras, las campañas de concientización en los distintos sectores que complementan a las políticas públicas están dando resultados.

Así, la transmisión vertical, es decir de madre a hijo, muestra cifras alentadoras con datos estadísticos que en Rosario se ubican por debajo de la media nacional.

De las últimas cifras se desprende que la principal vía de transmisión del virus está centrada en la población heterosexual, seguida por los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres y por los usuarios de drogas intravenosas.

Como un dato de alerta, en el universo de la población heterosexual, en los últimos años se verificó un aumento de casos entre las personas mayores de 50 años.

La Secretaría de Salud Pública Municipal asiste en los centros de salud y hospitales municipales a cerca de 1.500 personas viviendo con el virus, de las cuales aproximadamente 1.000 reciben medicamentos desde la Dirección Nacional de Sida. Además, la cartera local realiza 30 mil pruebas anuales y brinda asesoramiento en forma gratuita y anónima en los hospitales Carrasco, Alberdi y Roque Sáenz Peña, en el Cemar y todos sus centros de salud.

Cabe destacar que, desde hace 12 años y en el marco de su política de prevención, la Municipalidad otorga financiamiento a distintas organizaciones no gubernamentales para que puedan desarrollar proyectos de trabajo preventivo y de apoyo asistencial complementarios con las tareas que desarrolla el Estado municipal.

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