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“La economía, lejos de 2001”

El gobernador de Misiones, Maurice Closs, había solicitado una convocatoria multisectorial para “no terminar” como De la Rúa. Tras un llamado de Capitanich, rectificó sus dichos y argumentó que los medios “tergiversaron” sus palabras.


closs-dentroEl gobernador de Misiones, Maurice Closs, salió a aclarar ayer sus dichos del último viernes y afirmó que “hoy la economía está muy lejos de ser comparable con la de 2001”, pero advirtió que “si todo el mundo juega para su lado las cosas no van a terminar bien”.

Closs se pronunció así luego de la trascendencia que cobraron sus declaraciones durante una conferencia de prensa ofrecida anteayer, cuando pidió realizar una convocatoria multisectorial para “no terminar como (el ex presidente Raúl) Alfonsín o la crisis de 2001”.

“Una conferencia de prensa de una hora y veinte traducida en dos párrafos es imposible”, subrayó el gobernador misionero, aunque ratificó que “nadie puede negar” que “la Argentina vive un momento complejo” e insistió con que “2014 es un año bisagra” para “corregir los problema estructurales”.

En declaraciones radiales y luego de haber recibido críticas del arco oficialista, el kirchnerista Closs indicó que lo que quiso decir fue que “si todos piden lo máximo que pueden para su sector las cosas no terminan bien, y este país sabe que cuando cada sector presiona y presiona las cosas terminan mal”.

“Si hoy día todos los comerciantes remarcan precios, si todos los sindicatos van a buscar un aumento de 30 por ciento, si los sojeros están sentados sobre 8 millones de toneladas de soja y no la liquidan, si todo el mundo juega para su lado, las cosas no van a terminar bien”, remarcó.

El mandatario misionero reveló además que tras sus declaraciones recibió una llamada telefónica del jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, a quien le explicó su “postura” y sostuvo que algunos medios lo “tergiversaron”.

“Me respondió (Capitanich) que evidentemente había algunos que, con la manera de comunicar lo que yo digo, estaban queriendo poner paralelos con el año 2001. En la conferencia de prensa hay una cosa que digo con absoluta claridad: el escenario es tan distinto al 2001, que en el 2001 había una desocupación enorme, entonces la inflación demoró en producirse porque hubo una devaluación que primero generó empleo”, apuntó.

Closs reiteró que “hoy la economía real, esa que funciona día a día, está muy lejos de ser comparable con la que existía en el 2001” y agregó que “si ante esta devaluación, cada sector no actúa con responsabilidad y todo el mundo pide lo máximo que puede para su sector, las cosas no terminan bien”.

“Dije que dejemos las chicanas políticas, apretadas y todas las cosas para otro momento, que es un momento que requiere de mucha responsabilidad”, explicó el gobernador, y agregó que en realidad lo que hizo fue citar “que toda vez que nuestro país no tuvo la responsabilidad, la generosidad y la visión de conjunto –las cosas– terminan mal como terminamos en algunos otros momentos”.

Al respecto, el mandatario provincial recordó que “los sojeros dijeron que iban a liquidar la soja y no está liquidándose, y eso le hace mucha falta al país” porque, “si se hubieran liquidado, hoy las reservas estarían en 30 mil millones de dólares”.

Si bien admitió que “todos los conflictos son consecuencia de decisiones que se tomaron”, afirmó que “hay actores que claramente tienen actitudes que son por lo menos discutibles a la hora de pensar en el interés nacional”.

“Los actores son parecidos. En 1987 escondieron la harina. En el 89 pasó lo mismo”, recordó el gobernador de Misiones.

Krugman, ahora crítico

El premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, advirtió ayer sobre el “regreso del populismo macroeconómico” en un puñado de países, en un artículo publicado en la edición digital del diario estadounidense The New York Times en el que mencionó a la Argentina.

Krugman, quien defendió en el pasado las políticas aplicadas en las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, citó en su columna al periodista económico Matthew Yglesias, al señalar que “no hay contradicción al decir que la Argentina estaba en lo correcto al seguir políticas heterodoxas en 2002, pero que el país se equivoca actualmente al rechazar el consejo para reducir déficit y controlar la inflación”. “Déficit e impresión de gran cantidad de dinero son inflacionarios y malos en economías que están restringidas por una oferta limitada”, señaló.

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