Espectáculos

La ciudad latió al compás de la música

Vicentico, María Creuza, Pedro Aznar y Patxi Andión, algunos de los artistas que convocaron a los rosarinos e hicieron del sábado un día especial para salir a disfrutar de ofertas heterogéneas-


El fin de semana último hubo música para todos los gustos, que comenzó el viernes con Dios Salve A La Reina que, de local, siguió demostrando que es uno de los mejores tributos a Queen del mundo; y con un sábado heterogéneo con figuras de la escena nacional e internacional que colmaron espacios públicos y privados de toda la ciudad.
Pedro Aznar, con sus canciones sin tiempo en el teatro El Círculo a lleno total, Vicentico en el Monumento; y en carácter de internacionales en el marco de una extensa gira, el vasco Patxi Andión en el Fundación Astengo, y María Creuza en el teatro Broadway, fueron algunos de los números que brillaron en la cartelera local del fin de semana.
El número principal de la jornada del sábado sin duda fue, entre otras cosas por su multitudinaria convocatoria, Vicentico, que auspiciado por una importante compañía de telefonía celular reunió a poco más de 10 mil personas en el Monumento Nacional a la Bandera para hacer un repaso de todos sus clásicos y mostrar nuevas canciones presentes en Último acto, su más reciente trabajo discográfico.
Con entrada libre y gratuita, el ex Los Fabulosos Cadillacs subió al escenario ubicado en el Patio Cívico del Monumento y, desde las 18, brindó un show de poco más de hora y media donde interpretó clásicos como “Vasos vacíos”, “Tiburón”, “Ya no te quiero”, “Si me dejan”, “Morir a tu lado”, “Solo un momento” y cerrar con un emotivo “Los caminos de la vida”, que fue entonado junto a las miles de personas reunidas en las escalinatas.
Antes, calentando la fría tarde, fueron de la partida Cállate Mark, la banda liderada por Florián, el hijo mayor de Vicentico, en el marco de una jornada inaugurada por la rosarina Evelina Sanzo & the Búhos, nominada a los Premios Gardel por su disco Curandera.
Fue la tercera vez que este festival, el Movistar Free Music, llegó a la ciudad: las anteriores con Poncho en Club Brown (2013) y Cuarteto de Nos en el Monumento (2014). En el marco de una gira nacional que pasó por Rosario y comenzó en el Planetario porteño con Ringo Starr and The All Starr Band, los encuentros continuarán en Buenos Aires en septiembre, Mendoza en noviembre y cerrarán en Córdoba en diciembre.
El ciclo que, a nivel nacional, transita su quinto año de historia, se enorgullece de haber concretado un homenaje a la trayectoria de Charly García, el regreso a los escenarios de Los Fabulosos Cadillacs, la reunión de la banda chilena La Ley, el regreso de Illya Kuryaki and The Valderramas, la primera visita al país de Jane’s Addiction y la referida presentación del ex Beatle, Ringo Starr.

Un hechizo que viene del mar

Recorriendo la Argentina, país que la vio nacer como artista hace más de cuatro décadas, María Creuza, una de las voces más reconocidas de la música brasileña, llegó el sábado a Rosario para brindar un cálido y emotivo homenaje al gran cantautor y poeta Vinicius de Moraes.
Noche de lujo para los amantes de la bosanova, a lo largo de poco más de hora y media, la cantante ofreció un viaje por América latina a través de un repertorio que incluyó composiciones de Vinicius, Tom Jobim y de los grandes maestros del género compartiendo anécdotas, historias y recuerdos de aquellas canciones que la marcaron para siempre.
“Qué placer, es lindo encontrar a ustedes en este hermoso teatro y más con este homenaje. Vamos a pasar más momentos especiales; quiero que viajemos juntos por este repertorio”, dijo Creuza al comenzar, antes de exclamar: “¡Vinicius es inmortal!”.
De la mano de “Tristeza não tem fim” y “Garota de Ipanema”, la cantante dio por comenzado ese viaje musical que la llevó a emocionarse por los recuerdos de temas que, según dijo, “fueron y serán mágicos”.
La cantante, que junto al guitarrista Toquinho y Vinícius formaron un trío inolvidable y grabaron, en el 70, en Buenos Aires, el maravilloso disco Vinicius en La Fusa con María Creuza y Toquinho, estuvo el sábado escoltada por una formación a su altura integrada por Mariano Promet en bajo, Esteban Rotunno en batería y Víctor Vélez (su marido) en piano, que también se lucieron individualmente.
A sus 71 años, María Creuza brindó un repaso histórico de su vida que le permitió explorar múltiples climas y emociones, que la llevó a recuerdos felices y nostálgicos pero que, en el balance de la vida –o del show– siempre apareció esperanzador, valioso y trascendente.
Desde la profunda intimidad con fragmentos donde su voz se mixturó con el piano o la guitarra en segundo plano, hasta pasajes a toda orquesta –donde el público fue arengado al protagonismo– con postales que remitían sin cesar a esa alegría carioca con la que los brasileños contagian su swing al mundo, Creuza regaló a los rosarinos ese gran regreso anunciado que ya disfrutó medio país y que seguirá girando por Argentina hasta mediados del mes próximo.

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