Ciudad

La basura ya encontró lugar

El intendente Lifschitz y el diputado Rossi recorrieron con el titular de Ambiente nacional la Estación de Transferencia de Residuos. Antes de fin de año se licitaría la construcción de la nueva planta.

El intendente Municipal, Miguel Lifschitz, recibió ayer al secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Homero Bibiloni, quien estuvo en la ciudad para ver los avances de los proyectos sobre gestión de residuos e higiene urbana desarrollados con el aporte del Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos. En concreto, los funcionarios, junto al diputado nacional Agustín Rossi, visitaron la planta del Servicio Urbano de Mantenimiento Ambiental Rosario (Sumar), en bulevar 27 de Febrero 3865, y las obras de la Estación de Transferencia de Residuos. En este último espacio los trabajos en gran parte ya fueron concluidos e incluyeron la construcción de un galpón de 1.600 metros cuadrados cubiertos. En este lugar se efectuará la tarea de carga desde los camiones de Sumar, Cliba y Lime, los cuales hacen la recolección en la ciudad, a los furgones de mayor porte que posteriormente los trasladan al relleno sanitario de Ricardone.

La visita de ayer de funcionarios nacionales se dio en el marco de un hecho que adelantó este medio en su edición del pasado domingo y que posibilitará al plan de gestión integral de residuos sumar un nuevo eslabón; el proyecto municipal para la creación de una planta de tratamiento y separación de la basura orgánica e inorgánica ya cuenta con el visto bueno del Banco Mundial y aguarda que la Nación (que tramitó los 9 millones de pesos necesarios para la obra) llame a licitación, algo que en el municipio estiman podría suceder a fines de este año o principios del próximo.

Conferencia y recorrida

Previo a la recorrida por el predio de Bella Vista, Lifschitz y Bibiloni presidieron una conferencia de prensa en el Palacio Municipal, de la que participaron además los subsecretarios de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Pablo Seghezzo y Daniela Mastrángelo, y el secretario de Medio Ambiente de la provincia, César Mackler.

Allí, Bibiloni valoró el trabajo en común entre ciudad y Nación al reconocer que, como en el caso de los residuos, “los municipios son los que tienen todos los problemas pero no siempre los recursos”. También destacó “los frutos de concebir a la problemática medioambiental como política de Estado, con criterio federal y participativo”, y en ese sentido aludió a “Rosario Más Limpia”. En tanto, y en el marco de la buena sintonía que reina en el último tiempo, Lifschitz también aprovechó para renovar su reconocimiento al “compromiso” de la Nación a las iniciativas que viene proyectando el municipio.

En torno a las obras de la Estación de Transferencia de Residuos, el subsecretario Seghezzo explicó a El Ciudadano que el “galpón ya está levantado y falta la construcción del piso de cemento”.

El funcionario municipal recordó que en 2006 se había realizado una presentación al Banco Mundial, a través de la Secretaría de Ambiente  y Desarrollo Sustentable de la Nación, que concedió parte del financiamiento de la obra que tiene un costo aproximado de 2 millones de pesos, en el marco del Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos del organismo nacional. En tal sentido consignó que el 68 por ciento del costo se realiza con aportes del Banco Mundial, mientras que el 32 por ciento se efectúa con fondos municipales. En concreto, la inversión de 1.300.000 pesos permitirá que los residuos queden a resguardo de la lluvia y por ende no se produzcan líquidos lixiviados y gases tóxicos.

La obra más esperada

Esta iniciativa se da en el marco de otros proyectos que componen la gestión integral que el municipio puso en marcha con la colocación de contenedores de basura domiciliaria. En este marco, la iniciativa más ambiciosa es la puesta en marcha de la planta de tratamiento, que procurará reducir y reciclar el 25 por ciento de lo que desecha la ciudad a diario y que demandará la licitación de una planta de separación de basura, bajo un plazo de obra de 10 meses. El proyecto municipal ya cuenta con el visto bueno del Banco Mundial y aguarda que la Nación (que tramitó los 9 millones de pesos necesarios para la obra) llame a licitación para que Rosario se convierta así en la única ciudad del país que cuente con este avance.

Al respecto, se estima que para su funcionamiento serán necesarios 35 operarios calificados, agrupados en cooperativas de recolectores informales que tendrán a su cargo la clasificación y recupero de la basura orgánica e inorgánica.

En el centro receptor ubicado en Bella Vista se volcarán las 800 toneladas diarias que produce la ciudad, con la intención de reciclar 200. De esta cantidad, el 50 por ciento (100 toneladas diarias) servirá para abono orgánico, útil para el uso forestal de suelos y en el programa de agricultura urbana para floricultura. Es decir que será apto para abono en tierras no vinculadas a lo alimenticio.

De las 100 toneladas restantes, la subsecretaria Mastrángelo apuntó que “se aprovechará la basura inorgánica para los procesos de enfardamiento y compactación, para luego venderla en el mercado de chatarra”.

En carpeta también figura la creación de ocho centros de recepción de residuos o “puntos verdes” para depositar escombros, restos de podas, muebles y chatarras, que son los desechos que generalmente conforman los minibasurales y la ampliación de los contenedores plásticos naranja, que ya se instalaron 100 en instituciones, comercios y entidades intermedias con el objetivo de lograr el volcado en estos receptáculos de papel, cartón y botellas plásticas.

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