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La antimateria en su jaula

Lograron conservar 309 átomos de “antihidrógeno”, lo que permitirá estudiar sus propiedades.

Átomos de “antihidrógeno” fueron atrapados durante más de dieciséis minutos durante un experimento realizado en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (Cern) de Ginebra, que deberá facilitar el estudio de la antimateria, según un estudio publicado este domingo.

“Pudimos atrapar átomos de antihidrógeno durante mil segundos”, un tiempo “bastante largo para empezar a estudiarlos”, explica Jeffrey Hangst (Universidad de Aarhus, Dinamarca) en nombre de los participantes en el experimento Alpha del Cern.

Materia “espejo” de aquella que conocemos, la antimateria sigue siendo difícil de observar puesto que todo átomo de antimateria se destruye en contacto con la materia, produciendo una cantidad enorme de energía.

Un átomo de hidrógeno está formado por un protón de carga eléctrica positiva y un electrón de carga negativa. Un átomo de antihidrógeno está constituido de un protón negativo (antiprotón) y de un electrón positivo (positrón).

Materia y antimateria habrían sido creadas en la misma cantidad en los instantes siguientes al Big Bang, pero no queda más que la materia.

¿Qué pasó con la antimateria? Esta pregunta tortura a los físicos, que tratan de analizar las propiedades de la antimateria creada en los aceleradores de partículas.

En 1995, en el Cern se habían logrado crear unos primeros átomos de antihidrógeno, pero se destruían casi instantáneamente en contacto con la materia.

El equipo Alpha del Cern había logrado recientemente un avance al diseñar un nuevo tipo de trampa magnética que permitió conservar 38 átomos de antihidrógeno durante 0,17 segundos. Este período de conservación se ha podido ampliar a mil segundos, según el estudio publicado ayer por la revista científica Nature Physics.

Se han podido atrapar 309 átomos de antihidrógeno durante el tiempo suficiente para “comenzar a estudiar sus propiedades con detalle”, precisó el Cern.

A partir de ahora, otra cuestión que se plantean los físicos es si la antimateria está sometida a una antigravedad.

Descubrir esta “gravedad repulsiva” podría aportar una respuesta a otro enigma, el de la energía desconocida que favoreció la aceleración de la expansión del universo. La gravedad tiende, al contrario, a empujar a las galaxias a acercarse unas a otras.

Cuando sufre ciertas transformaciones, ¿esta materia “espejo” respeta las mismas “simetrías” de las leyes físicas que la materia normal?

Según la simetría CPT (Carga eléctrica, Paridad, Tiempo), “una partícula que progresa en el tiempo en nuestro universo debería ser imposible de diferenciar con respecto a una antipartícula que retroceda en el tiempo en un universo espejo”, explica el Cern.

“Todo indicio de ruptura de la simetría CPT obligaría a replantear seriamente nuestra comprensión de la naturaleza”, subraya Hangst, cuyo equipo se dispone a investigar los antiátomos para comparar sus propiedades a las de la materia.

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