El papa Francisco recibirá el próximo viernes a la presidente chilena, Michelle Bachelet, y el domingo a sus pares de Venezuela y Argentina, Nicolás Maduro y Cristina Fernández de Kirchner, respectivamente, anunció ayer el Vaticano. Estas visitas cercanas una de otra de presidentes de tres países latinoamericanos con un gran porcentaje de católicos tendrán lugar dos meses antes de un viaje de Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Los encuentros forman parte de una agenda muy cargada del pontifice, que a la vez es esperado el sábado próximo para una visita de un día a Sarajevo. A su vez, hay mucha expectativa mientras se prepara una encíclica sobre la ecología.
En cuanto a las visitas de los tres presidentes, tanto Cristina como Maduro repetirán, mientras que para Bachelet será su vez primera.
Para la jefa argentina será el cuarto encuentro, después de la postergada audiencia de enero pasado por la lesión que sufrió la jefa del Estado en su tobillo.
Maduro estuvo en abril de 2014 en el Vaticano y vuelve luego de una gran manifestación de los opositores. El ex nuncio de Caracas, Pietro Parolin, actualmente secretario de Estado (número dos) del Vaticano, intentó una discreta mediación entre el poder y la oposición.
Con la presidente chilena, en su primer encuentro, uno de los temas candentes será la cuestión del acceso al mar de Bolivia, motivo de tensión entre los dos países vecinos, y que podría ser abordada antes de la visita a La Paz del jefe vaticano.
Los dirigentes y ex dirigentes latinoamericanos llegan al Vaticano en bandadas a visitar al popular Papa, entre ellos, los últimos que pasaron el Estado Pontificio fueron el ex presidente uruguayo José Mujica, el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Abusos en iglesia australiana salpican a comisión vaticana
El antiguo líder de la Iglesia católica australiana, George Pell, amenazó ayer con querellarse contra un miembro de la comisión vaticana de protección de menores que lo acusó de encubrir escándalos de pederastia.
El cardenal australiano se declaró dispuesto a comparecer ante la comisión de investigación que lleva meses estudiando los abusos sexuales cometidos por la Iglesia en Australia en los años 1970, después de que la víctima de un cura pederasta lo acusara de querer comprar su silencio.
Aunque Pell negó los hechos, Peter Saunders, miembro de la comisión vaticana, lo criticó duramente .
El cardenal australiano actuó con “frialdad e indiferencia, diría incluso que como un sociópata” hacia las víctimas de agresiones sexuales, declaró Saunders, que reclamó la revocación del tesorero. “George Pell es cardenal de la Iglesia y su autoridad es, por tanto, inmensa. Sería una enorme piedra en el zapato del papa Francisco si le autorizaran a permanecer en su cargo”, añadió Saunders.
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