Ciudad

Prófuga

Con las denuncias a Tribunales

Unos doscientos damnificados se presentaron ayer ante el Ministerio Público de la Acusación para dar cuenta de la estafa de la que fueron víctimas por parte de una mujer que decía tener poder para adjudicarles una vivienda.


En lo que aparece como una acción delictiva que se repite a gran escala con pocos antecedentes en la ciudad, un nutrido grupo de vecinos –cerca de doscientos– denunciaron ayer en el Ministerio Público de la Acusación a una mujer, Lidia G., de ser la cabeza de una asociación ilícita que llevó adelante una estafa millonaria al solicitarles dinero, para adjudicarles viviendas en el Programa Habitacional Rosario Norte, más conocido como Zona Cero. Según la denuncia la estafadora reclamaba entre 4 y 18 mil pesos por grupo familiar y se presentaba como delegada provincial, confeccionando “prolijas” carpetas que se completaban con todos los requisitos necesarios para darle curso al pedido.

Con una puesta en escena calculada que buscaba ser realista hasta en el más mínimo detalle la mujer llegó incluso a rechazar algunos pedidos por falta de papeles.

La Unidad Fiscal Especial de Delitos Económicos ya pidió su detención y al cierre de esta edición estaba prófuga.

Como se prevé que haya muchos más casos similares –se estima que podrían llegar al doble– la Justicia pidió a todos aquellos que aún no hayan hecho la denuncia que se presenten en Tribunales o en el Centro Territorial de Denuncias que corresponda para sumarlos a la investigación.
Salta la liebre

Con las últimas adjudicaciones entregadas –y en la certeza de haber sido objeto de una estafa– un importante grupo de damnificados fue el último viernes hasta la casa de Lidia, ubicada en la zona de Matienzo y Godoy, para reclamar por sus viviendas exiga el dinero que habían destinado para obtener las mismas.

Para protegerla y evitar desbordes violentos tuvo que intervenir la Justicia y personal policial y de Gendarmería que actuó de custodia.

Una de las abogadas de los damnificados, Mirna Segré, contó a este diario que ya fue librada la orden de detención y que la acusada viene realizando esta clase de maniobras desde hace varios años.

“Ahora está fugada. Realmente el fiscal estuvo fantástico ya que se movió rápidamente. Además está trabajando en la presentación de medidas cautelares para ver si la gente puede recuperar algo del dinero que le fue quitado mediante las estafas”, señaló.

El engaño

La timadora decía que trabajaba para el gobernador Antonio Bonfatti, que era titular de una “delegación” y que estaba autorizada para otorgar adjudicaciones para los Fonavi.

“Les armaba las carpetas, todas prolijitas, con todos los papeles e incluso a algunos trámites los desaprobaba. Dependiendo de la situación les cobraba entre 4 mil y 18 mil pesos para seguir adelante con los trámites. Todo explota cuando la provincia entregó las últimas casas y los damnificados se dieron cuenta de que no les correspondía ninguna”, indicó.

“Así fue que se reunieron varios de los estafados, fueron hasta la casa, donde los recibió el concubino, que dijo que era abogado, y les comunicó que les iban a devolver toda la plata cosa que, obviamente, no terminó ocurriendo. Lo que hicimos entonces fue una denuncia general, firmada por cada uno de los perjudicados. La carátula es estafa con asociación ilícita. Hasta el momento hay cerca de doscientas presentaciones pero la cantidad de gente que se sigue acercando crece por lo que estaríamos ante una estafa multitudinaria”, afirmó.

Malestar que se fue extendiendo e indignación que se hizo piquete

La mayor parte de los estafados viven cerca de la Zona Cero y fueron acercándose a la mujer a la que adjudican haberles sacado dinero para otorgarles viviendas a través del boca a boca. “Estamos hablando de una mujer mayor, algo que parece mentira para llevar adelante semejante estafa, que tiene una hija en Estados Unidos”, señaló ayer Mirna Segré, una de las letradas que representa a los perjudicados.

“Esta persona al parecer estuvo gestionando una visa, por lo que es muy probable que esté planeando una fuga internacional”, añadió. “La gente me comentó que al parecer el ex marido, ya fallecido, estuvo en política y que realizó también engaños de esta clase. La gente va a seguir con los reclamos y el plan es ir a Gobernación y al municipio para ver qué más se puede hacer con este caso”, subrayó la abogada.

Movilizados hasta Tribunales, los damnificados, que se fueron contactando de distintas formas, incluso usando las redes sociales, cortaron ayer a media mañana la calle en Pellegrini y Balcarce para ser recibidos por las autoridades judiciales.

El modus operandi

Los distintos testimonios coincidieron en que la estafadora “pedía una suma de dinero para hacer los trámites”.

Otros contaron que nombraba a jueces, abogados, a la propia intendenta Mónica Fein y a Bonfatti como sus contactos.

Una mujer contó que tenía una hija discapacitada y que le había dicho que para ella “también había lugar”.

“Te hacía ver el terreno, después decía que empezaban a construir, que faltaba el agua, el gas, que la iban a entregar la otra semana, que la conocían y cosas así. Hubo una denuncia de una vecina que empezó todo y ahí se fue enterando la gente y nos fuimos acercando y saltó todo. El viernes delante de la policía devolvía de a mil pesos a las personas, por lo que aceptaba la estafa”, señaló un hombre en la manifestación de ayer.

Hasta truchaba ingresos

“Pedía recibo de sueldo, todos los datos de la familia, la plata de anticipo y a todos nos decía lo mismo. Hay gente que durante tres años fue entregando en cuotas y hay gente que lo hizo en una vez. Te daba una chequera, decía que el recibo tenía un sello de seguridad. Siempre atendió en la casa. Y cuando iba gente a entregar plata, tipo tres de la tarde, aparecía un auto negro que se llevaba el efectivo. Si no tenías recibo de sueldo ella conseguía uno de la General Motors para los varones o de La Virginia para las mujeres y te decía: «Le vamos a poner 12 mil pesos de ingresos». Realmente es tremendo lo que hizo y cómo calculó todo”, concluyó otra mujer visiblemente acongojada.

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