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Elecciones

Israel: Netanyahu obtenía las bancas para retener su poder

Desazón opositora por el “empate técnico” según los sondeos a boca de urna. Se facilitaría la reelección del actual premier.


Una eufórica militancia celebraba ayer arrojando papelitos en el búnker del Likud, el partido del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Con las 27 o 28 bancas que les daban las bocas de urna al cierre de la elección, se derrumbaban las esperanzas de paz en Medio Oriente ya que el premier prometió impedir un Estado palestino si es reelegido.

Del otro lado, los opositores del Campo Sionista, que encabeza el laborista Isaac Herzog, no podían ocultar su desazón luego de que los sondeos previos le dieran una leve ventaja en la intención de votos que no se cumplió a la hora de la votación real.

El empate técnico entre Netanyahu y Herzog, quien también obtuvo 27 escaños según las bocas de urna difundidas por los canales 2, 4 y 10, dejaría sin embargo al premier en mejor condición de formar gobierno.

Netanyahu parece haber crecido con su agresiva campaña de los últimos días e incluso en los minutos finales del día de la elección.

Debido a ese empujón nacionalista y derechista final, cuando declaró que mientras dure su mandato no habrá un Estado palestino, parece haber cosechado votos de los asentamientos en Cisjordania, donde hace pie su aliado Neftali Bennett, que hasta ahora parece haber obtenido 9 bancas.

Las estimaciones previas le daban a Netanyahu 20 bancas y a Campo Sionista 24.

La polarización electoral de último minuto terminó favoreciendo a ambos en las urnas, pero ni siquiera en el caso favorable previsto por las encuestas, opinaban los analistas, Campo Sionista iba a poder formar gobierno.

Ahora, la distribución de las distintas bancadas en el parlamento le facilitará a Netanyahu organizarlo.

La Lista Árabe Común, coalición de cuatro partidos que representa a la minoría árabe de Israel y recoge votos judíos de izquierda, se convirtió en la tercera fuerza política con entre 12 y 13 escaños, según los sondeos difundidos anoche por los tres canales de televisión del país tras el cierre de las urnas.

Los sondeos de boca de urna dan el cuarto lugar al partido laico de centro Yesh Atid (Hay futuro), del ex ministro de finanzas de Netanyahu Yair Lapid, con entre 11 y 12 diputados.

Después de ser separado del gobierno por Netanyahu, Lapid indicaba que apoyaría a Campo Sionista, la alianza de centro que nació una semana después del llamado a elecciones anticipadas de 2014, si lo convocara a formar gobierno.

La formación que peor resultado tuvo, sin embargo, sería El Hogar Judío, de Neftali Bennett, que sólo obtiene entre 8 y 9 diputados, por debajo incluso del partido de centroderecha Kulanu, que con 10 escaños se convierte en el fiel de la balanza para la formación de gobierno.

Por último, cada uno de los partidos ultraortodoxos, Judaísmo Unido de la Torá y Shas, lleva entre 6 y 7 bancas; Meretz, un partido residual de la vieja izquierda pacifista israelí, con 5; e Israel Nuestro Hogar, la formación ultranacionalista del canciller de Netanyahu, Avigdor Lieberman, también lleva 5 bancas.

La única posibilidad de que Campo Sionista, si se le hace el encargo, pueda formar gobierno, está en que Kulanu, que se escindió del Likud este año, acepte integrar un gabinete dirigido por Herzog.

No parece sencillo, aunque se sabe que el viejo político laborista tiene grandes capacidades de persuasión.

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