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Irán: arrestaron al hijo y al abogado de la mujer condenada a muerte por lapidación

El portavoz de la delegación iraní de Human Rights declaró que la mujer sigue con vida sólo por la presión internacional que se ejerce sobre Irán.

El hijo y el abogado de Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer condenada a muerte por lapidación en Irán, fueron arrestados anoche por la policía iraní en Tabriz, noroeste de Irán junto a dos periodistas alemanes, informaron organismos de derechos humanos internacionales.

El arresto se produjo en el estudio del abogado, según reportó el Comité Internacional Contra las Ejecuciones (ICAS), que aseguró haber establecido contacto con el ministerio de Relaciones Exteriores alemán. La organización de derechos humanos señaló que las cuatro personas fueron detenidas por agentes de los servicios secretos locales.

Sakineh Ashtiani fue condenada en mayo de 2006 a recibir 99 latigazos por mantener una relación ilícita con dos hombres, aunque más tarde fue declarada culpable de tener una relación extramatrimonial y condenada a morir por lapidación.

En el juicio, dos de los cinco jueces del tribunal la declararon inocente, al señalar que ya había sido condenada a flagelación y que no había pruebas suficientes de adulterio contra ella.

Sin embargo, los otros tres, incluido el presidente del tribunal, la declararon culpable basándose en el conocimiento del juez, un principio de la legislación iraní que permite a los jueces adoptar una decisión en relación con la culpabilidad del acusado, aun en ausencia de pruebas claras o concluyentes.

El Tribunal Supremo confirmó la condena a muerte por adulterio el 27 de mayo de 2007, aunque el pasado 4 de agosto comenzó una nueva revisión de esta condena a muerte, en medio de una campaña internacional de presión contra la ejecución por parte de organizaciones de derechos humanos.

Por su parte, el portavoz de la delegación iraní de Human Rights, Mahmud Moghaddam, informó que “el hijo y el abogado de Sakineh Mohammadi-Ashtiani fueron arrestados junto a dos periodistas mientras se encontraban en la oficina del representante legal”.

El hijo de Ashtiani, Sajjad Qaderzadeh, había expresado temores sobre su situación en Irán y su voluntad de pedir asilo en Italia.

Moghaddam sostuvo que “para Sakineh Mohammadi Ashtiani ahora el riesgo de ser ejecutada es más alto” y consideró que los arrestos de la mujer y del abogado “eran previsibles, lo esperábamos de un momento al otro y estábamos muy preocupados”.

“Si la detención se produjo ahora es porque la tensión internacional sobre el caso no es alta como al principio”, advirtió el vocero de Human Rights.

Irán “está sólo esperando el momento justo para la ejecución”, manifestó Moghaddam, y sostuvo que “la sentencia, desde un punto de vista legal fue sólo suspendida, pero nada en realidad cambió”.

El vocero consideró que Ashtiani permanece con vida “sólo por la presión internacional sobre el régimen iraní” y destacó que “la presencia del hijo y del abogado eran importantes sobre todo porque podían informar al mundo lo que estaba sucediendo”.

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