Edición Impresa

Reflexiones

Informes que Blatter encargó y no escuchó

El informe fue entregado a Blatter el 19 de septiembre de 2011 y nada ocurrió desde ese momento.


Alertado por las denuncias de corrupción en la quiebra de la compañía suiza ISL (manejo de imágenes del deporte) y en el otorgamiento de los mundiales de Rusia y Qatar, el desde ayer ex presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa), Joseph Blatter, llamó a comienzos de 2011 a formar un Comité Independiente de Gobernabilidad de la institución. Éste tendría el deber de analizar la estructura organizativa de la entidad, proponer mejoras generales y, fundamentalmente, analizar las grietas donde podrían aparecer serios casos de corrupción dentro de ella. Blatter personalmente llamó a profesores en administración, empresarios, juristas y personalidades vinculadas al fútbol de probadísima ética y nombre, para que integren el Comité y elaboren un informe final que se llamaría “Governing FIFA”.

La persona elegida para comandar el trabajo sería Mark Pieth, un reconocidísimo profesor de leyes y criminología de la Universidad de Basel (Suiza), el instituto Max Plank (Alemania) y la Universidad de Cambridge (Inglaterra), quien antes había comandado el grupo de trabajo sobre sobornos de la Ocde (Organización para la cooperación y desarrollo económico). Otros integrantes eran James Klotz (Canadá), Alexandra Wrage (Estados Unidos), José Luis Astiazarán (México), François Moriniere (Francia) y Carlos Heller (Argentina), entre otros.

El Comité trabajó durante varios meses y publicó un primer informe donde específicamente hablaba de mejoras en el manejo de la Fifa a partir de 2010 y de las fiscalizaciones correctas en los movimientos financieros del organismo. Sin embargo, enfáticamente alertaba por dos puntos fundamentales. El primero era la falta de “controles sistemáticos relacionados con el riesgo de corrupción”, en especial en las “confederaciones y las asociaciones miembro”. El segundo punto era el peligro que implicaban los millonarios montos de “comercialización”, en particular “en los derechos de TV, sponsoreo, venta de entradas y licencias”, las que estaban abiertas a posibles “manipulaciones”.

En saco roto

El informe fue entregado a Blatter el 19 de septiembre de 2011 y nada ocurrió desde ese momento. Años después, el 22 de abril de 2014, el mismo informe fue ratificado por el Comité Independiente de Gobernabilidad, donde además se mencionan casos notables de corrupción como el de Jack Warner, presidente de la Unión Caribeña de Fútbol, y el de Chock Blazer. Tampoco ocurrió nada con esta segunda entrega, también firmada por Mark Pieth.

Finalmente, el informe fue entregado al presidente del Comité de Ética de la Fifa, el norteamericano Michael García, quien insistiría ante Blatter para que les dé importancia a las recomendaciones.

Al no obtener respuesta, presentó en octubre de 2014 el informe a Joachim Eckert, un juez alemán de Munich, que determinó la existencia de “infracciones en las designaciones de Rusia y Qatar”, sin que tampoco hubiera respuesta del presidente de la Fifa.

García renunció a su cargo y pasó a ser fiscal en el distrito sur de Nueva York, trabajando para la Fiscalía General de los Estados Unidos dirigida por Eric Holder. Éste avala la investigación y da orden al titular del FBI, James Comey, de acelerar la publicación de un informe final. En abril de 2015, Loretta Lynch firma el trabajo final y llama a Comey para que la acompañe en la presentación oficial y pública. El resto es historia conocida, incluida la renuncia del propio Blatter, ayer.

Comentarios

10