Policiales

Crush Fetish en Santa FE

Imputaron al joven que contrataba mujeres para aplastar animales hasta matarlos y las filmaba

Según la investigación el joven contrataba las mujeres para que hicieran estás prácticas en hoteles alojamientos. El fiscal lo imputó por cometer actos de crueldad animal y como organizador de una asociación ilícita. Quedó detenido preventivamente por el plazo de ley


Un muchacho de 24 años fue imputado este jueves 31 de diciembre por cometer actos de crueldad contra animales y por asociación ilícita en Santa Fe. Si bien el fiscal explicó que no está determinado aún que la práctica tuviera como objeto obtener placer sexual dijo que este hombre fue sindicado como instigador de estos actos aberrantes que se cometían en habitaciones, que estiman eran albergues transitorios para los que contrata mujeres que aplastaban animales de porte pequeño y esa práctica era filmada. Además, los pesquisas investigan si estas imágenes luego eran comercializadas. El sospechoso también fue imputado como organizador de una asociación ilícita y la Fiscalía busca identificar a otras personas que participaron en estos hechos ilícitos. Los voceros indicaron que existen fotos y filmaciones de las que identificaron a tres mujeres, que se entiende eran trabajadoras sexuales, aunque los pesquisas suponen que no son las únicas personas que participaron en esto actos por lo que pidieron colaboración a la población para avanzar en la identificación de estas personas.

“Crush Fetish” es una practica que consiste en el aplastamiento de objetos o seres vivos, vertebrados o invertebrados, seguido de muerte, para obtener placer sexual. Tras dos denuncias que presentó una protectora de animales se inició esta investigación que quedó a cargo del fiscal Omar De Pedro. El funcionario dijo que al menos estas prácticas llevan unos dos años en la ciudad de Santa Fe y si bien estima que este joven cometía estos hechos en forma individual no descartó que otras personas cometieran el mismo delito.

Según se determinó en la investigación, el sospechoso, identificado como I.C. contrataba mujeres, generalmente trabajadoras sexuales, e ingresaba a moteles con animales e instaba a las mujeres a aplastar los animales mientras registraba con una cámara el hecho. Fotos y filmaciones fueron acercados a la Fiscalía por parte de la organización denunciante que acompañó casi toda la prueba que se reunió en la investigación.

La denuncia se profundizó con una serie de testimonios que derivaron en la detención de este joven tras dos allanamientos que hizo el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en la ciudad de Santa Fe.

El último día del año, el sospechoso fue imputado por violación a la ley Sarmiento –crueldad animal– y por asociación ilícita. Si bien la ley que regula la crueldad contra animales tiene penas exiguas, el fiscal explicó que la asociación ilícita tiene penas más elevadas que van de 3 años en adelante para los miembros y 5 para los organizadores figura que le achacó al imputado, el cual tras la audiencia imputativa quedó en prisión preventiva por el plazo de ley dispuesta por el juez Jorge Patrizi.

El fiscal dijo que hay al menos tres trabajadoras sexuales que han participado en estos hechos y quedaron registradas en fotos o filmaciones. A algunas de ellas se les ve la cara y en otros casos tatuajes que permitirían su identificación. Si bien entiende que seguramente lo hacían por dinero, cometieron un delito y van a ser identificadas e investigadas aunque estima que no fueron las únicas.

Entiende que el material fílmico y fotográfico se comercializaba “lo que podemos probar hasta ahora es que producía los videos si los vendía o no estamos investigando pero entendemos que si, se ve que hay un mercado que puede consumir este tipo de aberraciones”, explicó.

El fiscal que calificó los hechos que investiga como aberrantes dijo que esta pesquisa es ejemplificadora, “para que se entienda que está mal”.

Además, contó que IC “contaba con colaboración de una persona que le proveía vestidos con los que, en algunas de las filmaciones, aparecían las mujeres que hacían sufrir a los animales” y agregó que las cómplices “actuaron con conocimiento de que integraban esta asociación criminal y eran contactadas por el imputado a través de una página web en la que ofrecían servicios sexuales”.

De Pedro argumentó que “en todos los casos, las personas que materializaban la práctica eran conscientes de lo que realizaban” y concluyó que “el imputado les explicaba previamente para qué eran convocadas y también les aclaraba que es una práctica que ya realizaban otras personas con habitualidad”.

El funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) concluyó que “debe quedar claro y debe entenderse que estas prácticas son delictivas. Es decir, quien cometa este tipo de actos será perseguido penalmente y las consecuencias serán graves”.

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