Tres hombres y una mujer de la gerencia del Laboratorio Apolo fueron imputados este martes en los tribunales provinciales por la explosión que el 27 de junio de 2016 destruyó el lugar y la casa vecina e hirió a seis personas. Los altos mandos de la empresa fueron acusados de los delitos de estrago culposo agravado y lesiones graves. Son dos gerentes, el dueño y la presidenta de la firma de Alem y Gaboto, en el barrio Tablada. El juez Luis Caterina les prohibió a los cuatro salir del país y le inhibió los bienes. Por los mismos cargos en marzo fue acusado el jefe de mantenimiento durante una audiencia en la que el juez Héctor Núñez Cartelle hizo un llamado de atención para profundizar la investigación de la explosión y vincular a la gerencia.
Los cuatro imputados son Marcelo F., gerente; Ariel G., también gerente; Damián G., apuntado como encargado del laboratorio, dueño y socio gerente; y Marcela V., presidenta de la firma. El fiscal Walter Jurado los acusó de causar negligencia e inobservancia de los reglamentos y deberes de sus cargos y los hizo responsables de la explosión de la caldera del laboratorio. El juez Caterina aceptó la calificación y dictó para los imputados la prohibición de salir del país, fijar residencia, firma semanal ante la autoridad jurisdiccional correspondiente y la inhibición general de bienes, por el plazo de ley.
Para las acusaciones fue fundamental el informe técnico que hicieron un ingeniero mecánico experto en higiene y seguridad y un técnico electromecánico. El estudio fue concluyente: la explosión fue provocada por un descuido humano. Con el resultado, el fiscal sostuvo que no fue una falla de la caldera lo que causó el siniestro sino una serie de irregularidades en los mecanismos de seguridad. La más importante fue que no había personal idóneo al momento de la explosión.
Imputación previa
En marzo el juez Héctor Núñez Cartelle hizo un llamado de atención para profundizar la investigación de la explosión y vincular a la gerencia. Fue en una audiencia en la que quedó imputado Jorge G., el jefe de mantenimiento del Laboratorio Apolo por estrago culposo agravado y lesiones graves. El magistrado recomendó a la Fiscalía activar la pesquisa en relación a aquellos que debían controlar el funcionamiento del laboratorio.
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