La Justicia resolvió archivar la causa por el fallecimiento de Kiara, la nena de 2 años y medio, que en abril de 2014 murió en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela por un politraumatismo abdominal y torácico causado tras caer de un colectivo de la línea 143 mientras iba en brazos de su tía, embarazada de 8 meses. El hecho llegó a manos de la Justicia luego de que el fiscal Ademar Bianchini descreyera los dichos de su tía y tutora, y acusara a ésta y su pareja de haber provocado con golpes las lesiones por las que Kiara quedó internada. Sin elementos suficientes para respaldar la acusación fiscal por el delito de homicidio calificado, el juez Javier Beltramone otorgó luego de 48 horas la libertad a los imputados, en una causa cuyo expediente se cerró ayer tras dos años de ocurrido el fallecimiento.
El juez Beltramone resolvió ayer archivar la causa caratulada como “muerte dudosa” por la que fueron imputados los tíos de Kiara, quienes quedaron inicialmente detenidos y luego dejados en libertad, tras el pedido realizado por la defensora pública Maricel Palais.
Según explicó la letrada, la resolución del juez se basó en dos aspectos: por un lado, consideró que el informe de la autopsia fue erróneo y, por otro, valoró la falta de elementos probatorios y nuevas evidencias luego de transcurridos más de dos años de iniciada la causa.
“El juez entendió que el informe de autopsia del Instituto Médico Legal era erróneo, contaba con afirmaciones sin fundamento y había desconocido cuestiones fundamentales que tenían que ver con el estado de salud de la nena previo al accidente”, señaló Palais, quien explicó que la menor padecía sífilis congénita heredada de la madre, lo que provocó un deterioro en la salud y un “estado de delicadeza que la médica no tuvo en cuenta pese a contar con los análisis clínicos”.
De esta resolución, se concluyó que los politraumatismos que dieron muerte a la menor fueron consecuencia del golpe sufrido en abril de 2014, al caer de un colectivo de la línea 143, lo que derivó en una complicación física debido al frágil estado de salud que soportaba Kiara previamente al siniestro.
A su vez, el juez descartó que la menor hubiera sufrido una situación de maltrato y abuso familiar –como alegó en su momento el Ministerio Público de la Acusación– ya que durante los dos años que permaneció abierta la causa no se encontraron elementos probatorios que den cuenta de una situación de hostigamiento. En ese sentido, la defensora pública advirtió que del allanamiento realizado en 2014 en casa de los tíos de la menor, a cargo de la tutela de Kiara, el único elemento contundente que se secuestró fue una cachiporra, a la que el juez no le otorgó sustento debido a que el tío de la nena se desempeñaba como policía y éste era un elemento de trabajo.
“Nunca se constataron lesiones externas, la nena fallece por hemorragia abdominal interna. Nosotros pusimos a disposición de la Fiscalía veinte declaraciones testimoniales que daban cuenta de que los tíos se preocupaban por la nena, la cuidaban y la hacían seguir un tratamiento médico para mejorar el estado de salud”, agregó Palais y remarcó la necesidad que tienen los fiscales de “obrar con cautela a la hora de formular imputaciones tan graves sin tener los elementos suficientes”.
“No sólo se imputó la muerte sino que se lo hizo en un marco de maltrato infantil, incluso de abuso sexual. Esto generó una situación angustiante en los imputados. La mujer estaba embarazada de 8 meses y medio, la detuvieron por 48 horas y no tuvo oportunidad de ir al velorio de su sobrina”, concluyó la defensora, al tiempo que indicó que la vinculación a la causa les produjo problemas laborales a ambos tutores, él policía y su esposa docente.
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