Policiales

Guerra de bandas sin fin

Hubo 10 allanamientos a integrantes del clan Funes por el asesinato de una joven de 21 años

Los procedimientos de este jueves vuelven sobre la interminable saga de venganzas entre grupos, con apellidos que reaparecen en los partes, las crónicas y la sangre que sigue corriendo en Rosario por la disputa del narcomenudeo. En un domicilio secuestraron arsenal; en otro cayó el fundador del clan


En uno de los procedimientos, en domicilio de unna abuela de Lamparita Funes, casi un arsenal.

Mariel Soledad Lezcano tenía 21 años, cumplía en su domicilio una condena a seis años de cárcel tras ser acusada de integrar la banda de narcomenudeo liderada por René “Brujo” Ungaro. Allí, en un pasillo que da a calle Ayacucho al 4300, cuidaba a su hija de tres años. La vivienda había sido atacada con armas de fuego y explosivos el 10 de abril pasado y el miércoles último, de nuevo, pero esta vez con resultado fatal: un tiro en la cabeza terminó con la vida de la joven cuando salió a atender el timbre. Un día después, con la investigación centrada en otro clan como responsable, el de los Funes, hubo 10 allanamientos que terminaron con el secuestro de varios elementos relacionados con el asesinato de Lezcano, entre ellos dos motos cuyo modelo coincide con la descripción de la movilidad de los matadores.

El asesinato de la chica quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Gastón Ávila. Fue quien pidió los operativos en base a información recolectada por la Agencia de Investigación Criminal. El crimen de Lezcano parece otro capítulo de la interminable guerra de clanes que se dirime a sangre y fuego. En este caso, la de ex aliados que siguen la lógica de alianzas y lealtades difusas y transitorias: los Ungaro y los Funes, que en un inicio hicieron causa común en la disputa territorial contra los Caminos.

La caída del Gordo Funes, el padre de los hermanos

Un viejo conocido, en Alvear

Uno de los recientes procedimientos fue en el domicilio de Jorge Funes, en Aguaribay y Timbó, en la localidad de Alvear. Allí se había mudado hace unos años para alejarse del campo de batalla entre bandas que él también había abonado. En la vereda de esa cuadra, durante la mañana del primer día de 2018, le dispararon varias veces, y sobrevivió a los balazos que le dieron en la cabeza, la zona lumbar y el estómago. Cuando este jueves ingresaron las fuerzas policiales, alcanzó a inutilizar un teléfono celular en el baño, pero secuestraron otro. El hombre cuenta con un pedido de captura activo emitido por el Juzgado Federal 4 el primero de junio de 2018. Fiscalía aclaró que no fue detenido, y se esperan consultas para resolver su situación.

Jorge es el padre de los detenidos Alan y Lautaro “Lamparita” Funes. Otros dos hijos suyos fueron asesinados: Jonathan “Bam Bam” y Ulises Funes. En 2016, también habían matado a su ex pareja, Mariela Miranda, hecho por el cual decidió mudarse de Rosario y por el que fueron condenados dos miembros de otro clan con amplio protagonismo en las crónicas policiales: Alexis Caminos y su primo Juanchi Almada.

Un viejo pirata del asfalto fue baleado y está grave

Las motos

En otro de los allanamientos de este jueves se secuestraron dos motos Honda Wave rojas de 110 centímetros cúbicos. El modelo coincide con la descripción que testigos hicieron del rodado utilizado por los asesinos de Lezcano. Una estaba en el domicilio de un joven de 21 años identificado como Fabián Alejo D., en Médici al 4700, quien ya estaba detenido por el hecho. Allí también incautaron un celular. La otra moto fue hallada en Italia al 3800, domicilio de la pareja del detenido Lautaro Funes, donde también se secuestraron siete teléfonos móviles.

La decena de procedimientos por el crimen de Lezcano incluyó también el domicilio de Jorgelina Selerpe, de 28 años, en un primer piso de los monoblocks de Callao al 3900. La chica, que vive con su hija de 4 años, es conocida como Chipi y es novia de Alan Funes. En el departamento allanado cumple una condena de tres años como integrante de una asociación ilícita conducida desde prisión por su pareja y René “El brujo” Ungaro. Ese lugar, además, había sido atacado a balazos en junio del año pasado.

René Ungaro y Alan Funes, hoy distanciados, a juicio como parte de banda enfrentada al clan Caminos

En casa de la abuela de Lautaro, un arsenal

Otro de los procedimientos fue donde vive una abuela de Lautaro Funes, en calle Necochea al 2000. Allí secuestraron dos chalecos antibalas, un fusil semi automático, tres cargadores, dos de ellos con municiones calibre 7.62, dos pistolas calibre 9 milímetros marcas Pietro Beretta y Jericho, otro cargador con 40 municiones 9 milímetros, una máquina de contar billetes y un recipiente de plástico con cierre hermético con una etiqueta a nombre de Lautaro Funes. El domicilio de otra abuela de “Lamparita” también fue allanado, en calle Ercila al 200 bis, donde secuestraron celulares y más de 200 mil pesos en efectivo.

Otra condena para el Brujo Ungaro y los hermanos Funes, esta vez en la Justicia federal

El crimen, las amenazas previas y las dudas

Mariel Lezcano murió de un tiro en la cabeza que pasadas las 18 de este miércoles le disparó un hombre en su casa de Ayacucho al 4300. Llamaron a la puerta y cuando la joven abrió, le dispararon sin más.

La chica cumplía una condena domiciliaria por una causa federal de drogas. La acusaron de integrar la banda de los Ungaro. Su madre, poco después del crimen, dio otra versión. Gisella explicó que su familia estaba amenazada. Y que su hija fue condenada injustamente, sólo por amistades involucradas con el narcomenudeo a raíz de las cuales quedó atravesada por el interminable conflicto del clan Ungaro con el de los Funes que disolvió a sangre y fuego la alianza de ambos contra los Caminos.

En otra vivienda del mismo pasillo donde este miércoles asesinaron a la chica, vivía Mariela Miranda, asesinada en marzo de 2016 frente a ese lugar en la esquina de Ayacucho y avenida Uriburu. La mujer era madre de dos de los hermanos Funes y ex pareja de Jorge, uno de los allanados este jueves, en su domicilio de Alvear. Este asesinato recrudeció los enfrentamientos entre el clan Funes y los Caminos, quienes por dos años mantuvieron cruces armados en la zona sur que dejaron cerca de un centenar de heridos y más de 30 asesinatos.

Irrumpieron en su casa y la ejecutaron a tiros en un pasillo de barrio Tablada

Comentarios