“Si existe la posibilidad de no salir, que no salgan a la ruta”, fue el consejo que ayer se transmitió a este diario desde la Agencia de Seguridad Provincial. Ocurre que “todas” las rutas y caminos del centro y sur de la provincia continuaban presentando en la tarde de ayer la misma situación: calzadas húmedas y resbaladizas –o directamente con acumulación de agua– y banquinas inestables, con lluvias y lloviznas según la zona y un pronóstico de bancos de niebla a partir de la noche. Al panorama, de por sí complicado, se agregaba la interrupción total, en ambos sentidos, de la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura del kilómetro 103, por la crecida y desborde del arroyo Colastiné: la medida se implementó pasadas las 16 del viernes, y ayer se mantenía sin cambios con “monitoreo permanente” de la Policía de Seguridad Vial y la Agencia Provincial.
En medio de un fenómeno climático que viene ocupando todo el mes, transcurridas dos semanas el estado de los caminos rurales en prácticamente toda la provincia va de malo a calamitoso. Y en las rutas comienza a verse la acción de las lluvias en la cinta asfáltica con hundimientos y desprendimientos, por lo que en todos los casos la Agencia de Seguridad Vial recomendó circular con máxima precaución y a una velocidad compatible con la situación. Por caso, se recordó a conductores que la distancia de frenado en condiciones normales para un auto mediano es de 70 metros a una velocidad de 90 kilómetros por hora, pero si venía transitando a 120 kilómetros recorre 98 metros desde que se aprieta el freno.
Precaución de norte a sur
Si bien desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial marcaron que el panorama más crítico se verificaba del centro hacia el sur, también en el norte santafesino los corredores están con carpetas resbaladizas por el elevado porcentaje de humedad ambiental que se registra, que dio cuenta en Rosario durante las jornadas del jueves y el viernes con aumento de temperatura y veredas y calles que parecían transpirar. La situación se mantuvo hasta el mediodía de ayer, cuando cambió la dirección del el viento, y se generó una baja de temperatura.
La suma de factores “constituye un riesgo para la normal circulación, por lo que se deben extremar las medidas de precaución al transitar”, puntualizó en un comunicado la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que iba transmitiendo a través de la red social Twitter cualquier cambio de situación.
Pero ayer el mejoramiento del panorama todavía se hacía esperar: se mantenían las condiciones de la víspera, con los siguientes puntos críticos:
n Ruta provincial 6: se mantenía el corte total de circulación por agua en la calzada en inmediaciones del río Salado. El segmento por el que no se puede transitar está entre las intersecciones con la ruta provincial 70 y la ruta provincial 4. Se dispuso un retén allí de la Policía de Seguridad Vial.
n Ruta provincial 1: corte total para el tránsito pesado y circulación con máxima precaución para el tránsito liviano a la altura de Colonia Teresa, en el kilómetro 181. Los desvíos se implementan por ruta nacional 11 en sentido sur-norte mediante la ruta provincial 39, a la altura de San Javier; y en sentido contrario en la intersección de la ruta provincial 1 y la ruta provincial 41. Personal policial da las indicaciones a quienes deban transitar por allí.
n Ruta nacional 8: había “abundante agua” sobre la calzada en el kilómetro 397, a la altura de Maggiolo, por lo que se pedía circular con mucha precaución y se había dispuesto en el lugar un retén de Gendarmería Nacional.
n Ruta nacional 33: en la mano en dirección a Rosario, en el kilómetro 750, a la altura de Pujato, había “importantes acumulaciones de agua sobre la calzada”, por lo que también se pedía extremar la precaución al transitar, y hacerlo a baja velocidad.
n Ruta nacional 34: había agua sobre la calzada a la altura de San Genaro, en el cruce con la ruta provincial 65 (kilómetro 84,5) y en el kilómetro 146, a la altura de Cañada Rosquín. En ese último punto se debía transitar a muy baja velocidad.
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