Otro clásico dentro del folclore futbolístico se renueva, esta vez en vacaciones, cuando no hay oportunidades de alentar al equipo de los amores en la cancha. Lo que sí se puede, es juntarse, si es que hay masa crítica, en cada lugar de veraneo y armar –via redes sociales, o boca a boca– una contundente batucada, o caravana, o marcha. Bastan los colores y un poco de ruido.
Hace poco fue en Villa Gesell. Ahora, te mostramos ésta, fuera de las fronteras, aunque cerca: en Florianópolis, Brasil, y en este caso con los seguidores del Parque Independencia.
Se espera la réplica canalla.
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