Ciudad

Concejo apura topes a la edificación en barrios

Por Pablo Moscatello.- Se logró acuerdo para aprobar este jueves la regulación del "Segundo Anillo" que limita la altura en sectores como Arroyito, Echesortu y áreas periféricas al macrocentro. Consensuaron algunos cambios al proyecto del Ejecutivo.


El Concejo Municipal ya tiene consensuados los pocos cambios que prevé aplicarle al proyecto municipal para regular la construcción en los barrios que comprenden lo que técnicamente se denomina el Segundo Anillo Perimetral, “detrás” del macrocentro rosarino. La modificación más importante fue propuesta por el bloque del Partido del Progreso Social (PPS), que encabeza el ex intendente Héctor Cavallero, que pidió bajar aún más la altura de edificación en el interior de Arroyito. La propuesta ya cuenta con el aval del Ejecutivo y, por traslación, de los ediles oficialistas por lo que todo indica que será aprobada en la sesión del jueves de esta semana.

Luego de que en 2008 se hicieran más estrictas las reglas para la construcción en altura del centro y macrocentro (radio comprendido por bulevar 27 de Febrero, Vera Mujica, avenida Del Valle y el río) de la ciudad, cuatro años después (el pasado 10 de agosto) el municipio envió al Concejo los límites propuestos ahora para el llamado Segundo Anillo Perimetral. La actualización regulatoria para la edificación busca ampliarse así con este proyecto un poco más hacia la periferia, llegando (a grandes rasgos) a los límites que imponen la calle Marull al norte, las vías del ferrocarril Belgrano al oeste y bulevar Segui al sur.

Uno de los motivos por los que fue necesario continuar con la regulación edilicia de la ciudad es que en los últimos tiempos, y tras los topes impuestos para el centro y macrocentro,  muchas constructoras y desarrolladores comenzaron a mudar sus proyectos –que incluyen altas torres– a barrios tradicionalmente de casas bajas como Echesortu, Arroyito o Alberdi. Eso no sólo provocó y sigue provocando grandes cambios en la fisonomía de estos sectores, sino también las quejas de muchos de los vecinos, quienes comenzaron a ver afectada su calidad de vida y decidieron salir a defenderla.

Con todo, en la propuesta del Ejecutivo girada el mes pasado el índice máximo de altura en el interior de la mayoría de los barrios es de 10 metros, es decir, planta baja y dos pisos. En tanto, se había dejado un margen más amplio, de 13 metros, para Echesortu, Arroyito y el entorno del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Al mismo tiempo, para las grandes avenidas se establecieron tipologías diferenciadas. Así, se definieron cinco corredores en los que se permiten construcciones de hasta 30 metros, y para otros 11 se fijó el tope de 19. Además, en algunos tramos de avenida Pellegrini y calle Córdoba se consintieron hasta 36 metros.

Lo cierto es que desde hace algunas semanas un cuerpo especial de ediles que se conformó para abocarse al tema venía analizando el mensaje oficial. Y finalmente el lunes, en la comisión de Planeamiento, el espacio permanente de discusión de este tipo de temas, los concejales consensuaron ya los cambios que planean darle a la propuesta oficial, que en rigor son muy pocos.

Los cambios

En concreto, se bajará de 13 a 10 metros la altura máxima de edificación en el interior  de Arroyito y, al mismos tiempo, de 19 a 15 metros en avenida Génova. Las modificaciones fueron solicitadas por el bloque del PPS y ya tienen el aval del oficialismo y la mayoría de los bloques. Los cambios podrían también alcanzar a la avenida Portugal, donde el concejal Diego Giuliano propició otra reducción de altura. En diálogo con El Ciudadano el edil justicialista explicó que buscó esa reforma allí dado lo angosto de esa arteria.

Con todo, las fuentes consultadas explicaron que el próximo miércoles, en la nueva reunión de Planeamiento, ya se le dará la redacción final a los cambios y, tras eso, se firmará el despacho. Si todo sale como se anticipa, la iniciativa se aprobará el jueves en el recinto.

“A nosotros nos parecía conveniente consensuar una propuesta y empezar a cerrar ahora el tema. Si se esperan dos o tres meses más los permisos para levantar torres en los barrios seguirán llegando y así dificultando la calidad de vida de muchos más vecinos. Los cambios que planteamos se hicieron sobre las situaciones más urgentes y que nos preocupaban”, sostuvo en diálogo con este medio María Fernanda Gigliani, del PPS. Con todo, tras la votación del jueves en el Concejo, aún seguirá el debate por los topes para los llamados cordones perimetrales (ver aparte), que incluye a sectores como Fisherton y Alberdi.

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