El cuerpo sin vida de Juan Ramón Bruera, el hombre de 47 años que era buscado junto a su hijo desde hace una semana cuando sufrió un siniestro con su auto, fue hallado en la tarde de ayer flotando en el riachuelo de Buenos Aires.
El hombre estaba desaparecido junto a su hijo de 15 años –de quien hasta ayer no había rastros–, desde el domingo 9 de agosto cuando perdió el control de su Volkswagen Crossfox y cayó al río.
Los trabajadores del Servicio de Asistencia Médica de Emergencias (Same) encontraron los documentos de la víctima entre sus ropas y así pudieron identificarlo, y más tarde los familiares confirmaron que efectivamente se trataba de Bruera padre.
El cadáver fue hallado cerca de las 15 de ayer en Pedro de Mendoza y Pinzón, cerca del muelle del barrio porteño de La Boca, a unos 300 metros de donde ocurrió el siniestro, y estaba entre dos barcos salineros.
El puesto de Prefectura que se encuentra a unos metros de la zona del hallazgo intervino rápidamente y dio aviso a la Policía Federal, que trabajaba en la zona junto al Same.
En declaraciones a medios televisivos, el titular del Same, Alberto Crescenti, confirmó que entre las ropas del cuerpo se encontraron sus pertenencias, incluido el DNI, lo que permitió identificar al individuo.
La esposa de Bruera había denunciado la desaparición de su marido y del hijo de ambos luego de que un testigo haya declarado haber escuchado el impacto cuando el vehículo caía al riachuelo el domingo 9 de agosto y dijo haber oído al propio conductor pedir ayuda.
Ni Juan Ramón ni su hijo sabían nadar y la familia había declarado que le temían al agua. El Volkswagen Crossfox se encontró a las pocas horas del siniestro, aunque no había rastros de sus integrantes. Finalmente se comprobó que el cuerpo hallado ayer es el de Juan Ramón Bruera y continuaba la búsqueda del hijo.
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