Militares mexicanos encontraron 72 cadáveres, entre ellos los pertenecientes a 14 mujeres, en un rancho del estado de Tamaulipas (noreste), fronterizo con Estados Unidos, en el peor hallazgo de la campaña contra el narcotráfico emprendida a finales de 2006 por el presidente Felipe Calderón.
El macabro descubrimiento ocurrió tras un tiroteo entre efectivos de la Marina y pistoleros en el que fallecieron un soldado y tres presuntos sicarios.
Tamaulipas, fronterizo con Texas (Estados Unidos), es uno de los estados mexicanos más violentos. Según las autoridades, los cárteles narcotraficantes del Golfo y de Los Zetas, antiguos aliados, se disputan el control de ese territorio.
El presidente Calderón, tras su toma de posesión en diciembre de 2006, desplegó unos 50.000 militares para luchar contra los cárteles de la droga, a los que acusa de haber cometido más de 28.000 homicidios.
Los efectivos de la Marina localizaron el rancho por indicaciones de un hombre que llegó herido de bala a un control carretero militar.
En el operativo, que incluyó unidades aéreas, los militares detuvieron “a un presunto delincuente que es menor de edad” pero el resto de hombres armados logró huir durante el tiroteo, de acuerdo con el comunicado.
En el rancho, cercano al municipio de San Fernando (unos 30.000 habitantes), que colinda al sur con el fronterizo Matamoros, también fueron decomisados 21 armas largas, unos 6.600 cartuchos y cuatro camionetas, una de ellas con “matrícula apócrifa de la Secretaría de la Defensa”, añadió.
En los últimos dos meses y medio hubo en México otros dos grandes hallazgos de cadáveres, en fosas clandestinas que las autoridades creen que fueron usadas por pistoleros del narcotráfico para deshacerse de los cuerpos de enemigos.
De una, localizada en Taxco el 7 de junio, fueron extraídos 55 cadáveres, y otros 51 fueron hallados el 24 de julio en el estado de Nuevo León (norte).
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