Ciudad

Drama familiar

Habló la viuda del polista: “Entregué mi vida a cuidarlo”

Gisela La Menza quiere poder velar a su esposo, Ignacio Ballesteros y hacer el duelo. Los suegros denunciaron ante la Justicia que ella lo abandonó y dijeron que la muerte fue dudosa


“Durante seis años dormí en la misma habitación con Nacho con la luces prendidas, con la enfermera, con las alarmas que sonaban permanentemente hasta que se me declaró una arritmia y recién ahí me animé a dormir en otra habitación. Vivía en estado de alerta las 24 horas. El cuadro de Nacho fue siempre muy delicado y estuve al lado de él 100 por ciento”, contó entre lágrimas Gisela La Menza, viuda del polista cordobés Ignacio Ballesteros, quien murió el sábado pasado en un sanatorio de la ciudad. Desde 2010, cuando Ballesteros tuvo el accidente, Gisela La Menza estuvo a su lado. Los suegros, con una orden de un juez Federal de Córdoba, pidieron el traslado al joven a esa provincia, pero fue la misma Justicia la que después obligó a que el joven volviera con su esposa. A La Menza la denunciaron por muchas cosas. Las principales y que llevarán a Tribunales, el abandono de persona y la estafa a una obra social que proveía a Ballesteros de los servicios para mantenerlo con vida. Él sobrevivió ocho años en ese estado. Hoy la pelea pasará definitivamente a la Justicia.

Ballesteros había ingresado el 20 de junio al Sanatorio Parque. Venía del Centro Integral de Rehabilitación Aprepa en San Jerónimo Sud y tenía un cuadro de neumonía que resultó fatal. A fines de enero, Ignacio ya había sido internado en el mismo sanatorio por otro grave cuadro de neumonía. Le dieron el alta el 14 de febrero y lo trasladaron otra vez a Aprepa, a 35 kilómetros de Rosario. La Menza contó que el médico de guardia del sanatorio le había advertido el miércoles que el estado de su marido era muy crítico y que no sabía si pasaba la noche. “Casi tres días después, el sábado a las 22, me avisaron que Nacho murió. Cuando fui al sanatorio ya estaban los padres con la Policía. Me amenazaron a mí, a mi hermana y a mis amigas”, detalló la viuda de Ballesteros a . Los padres denunciaron que la muerte de Ballesteros fue dudosa. “El único fin de los padres es desheredarme”, opinó la mujer.

Con voz de congoja, La Menza explicó que no la dejan hacer el duelo porque tiene que caminar todo el día por los pasillos de Tribunales Provinciales a cuenta de las denuncias. “El otro día me quedé un rato sola en mi casa y me acordaba cuando Nacho estaba bien: del día a día, de estar cocinando y que él llegue a casa. De mirar televisión juntos y de su compañía”, recordó.

La investigación y el después

El cuerpo de Ballesteros está en el Instituto Médico Legal (IML) hasta que le realicen la autopsia. No hay una fecha exacta ya que tienen que tener la historia clínica, entre otros informes. “Sé que no va a salir nada raro porque Ignacio murió por causas naturales por su cuadro de salud. Cuando termine todo esto voy a saber si le voy a poder velar y enterrar”, dijo La Menza. “Desde que nos pusimos de novios con Ignacio siempre fue para sus suegros «la que le venía a sacar la plata al hijo»”, dijo.

Después de estar muchos años al cuidado del polista La Menza volvió a trabajar de su profesión: médica. “Armé un grupo de profesionales de confianza, entre kinesiólogos, enfermeros, médicos y terapistas ocupacionales. No sólo venían a trabajar por el cuidado de mi marido, sino que pusieron su corazón”, aseguró la mujer.

La viuda contó que recibe mensajes de apoyo y también de personas que supuestamente fueron estafadas por el padre de su marido. “Ignacio siempre tuvo un cuidado intensivo. Nunca lo abandoné. Su familia busca desheredarme. Sus padres siempre tuvieron acceso para ver a su hijo en mi casa, a hablar con los médicos y tenían sus teléfonos. Nunca se les ocultó nada”, confió La Menza.

Gisela recuerda a Ballesteros como un hombre con mucha fuerza y energía, y por eso vivió tantos años después del trágico accidente. “Ignacio siempre pensó que podía estar mejor hasta que no pudo más. Era pura vida. Todos estos años le entregué mi vida entera a sus cuidados. Quiero que lo dejen descansar en paz”, concluyó la viuda de Ballesteros.

Comentarios