Son ideas base, fundamentos, criterios. Ahora será el turno que delante del papel y la computadora los arquitectos definan el proyecto para la que será la Biblioteca Central del Bicentenario.
Anoche el salón de lectura principal de la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez –la biblioteca que el centenario legó a Rosario– se transformó en el sitio en la que se anunció el futuro espacio que será construido en los terrenos que alguna vez sirvieron para prácticas militares, dado que pertenecía al entonces Batallón de Comunicaciones 121. Exactamente frente a donde está emplazado el Centro Municipal Distrito Sur Rosa Ziperovich.
Allí la ciudad tendrá en algunos años una biblioteca dotada con todos los elementos que la tecnología pueda brindar para este tipo de sitio cultural. El anuncio lo realizaron el intendente municipal, Miguel Lifschitz; el secretario de Cultura y Educación, Horacio Ríos, y la coordinadora del proyecto Biblioteca del Bicentenario, Fernanda González Cortiñas, quien precisó a El Ciudadano que el concurso nacional y latinoamericano de arquitectos se lanzará en los próximos días y el ganador se anunciará en octubre próximo.
Pero no fue una presentación más. Las luces se apagaron y en uno de los pasillos poblados de libros del salón principal de la Biblioteca apareció Pipistrilo, el personaje que Marcelo Palma realizó para el programa “Hasta que se aviven”, con un libro en la mano, y mientras dialogaba con uno de los títeres, comparaba al libro con la tecnología, más precisamente con una computadora.
Sobre el escenario Mónica Alfonso, como “Caperucita Roja”, comenzó a enumerar frases tomadas de diversos autores, y Pipistrilo pensaba cómo serían algunos personajes si les incorporara la tecnología, como los celulares y a partir de ellos los mensajes de texto.
Esa relación de textos y tecnología es la que pretende amalgamarse en la futura biblioteca del sur de la ciudad, que por otra parte, según precisó la coordinadora del proyecto, el objetivo es que “sea el primer edificio público sustentable de la ciudad”, en el marco de una política de defensa del medio ambiente.Consignó González Cortiñas que entre las ideas es que cuente con “grandes salas de lecturas salas para los niños llenas de colores”.
Por su parte el secretario de Cultura, Horacio Ríos, tras hacer mención a la primera Semana de la Lectura que cerró ayer y que incluyó liberación de libros en espacios públicos y lecturas públicas, entre otros aspectos, resaltó el trabajo realizado para definir los lineamientos de la futura Biblioteca del Bicentenario y recordó que la Biblioteca Argentina fue presentada en 1910, inaugurada parcialmente dos años después y sus obras finalizaron a los tres años y expresó la aspiración para que plazos similares se den con la que se emplazará en el distrito Sur. Por su parte el intendente Lifschitz dijo que la instalación de la biblioteca en la zona sur “tiene la decisión de salvar una deuda, que no sé si es real o sólo es un sentimiento, pero todos aquellos que viven en la zona sur tienen la sensación de que la ciudad se fue hacia otros lados, hacia el norte, hacia la ribera del río y le dio la espalda al sur”.
Recordó el jefe comunal que la zona sur fue en su momento residencial y luego con la instalación de los frigoríficos, de las industrias, comenzó a adquirir otra característica, otro tipo de desarrollo urbano. “Por lo que nos pareció como un símbolo de esta ciudad que quiere ser una sola ciudad, como decía siempre el ex intendente Hermes Binner, ubicar este proyecto cultural, pensado para todo Rosario, ubicarlo allí en el corazón de la zona sur”.
“Vamos ahora por el proyecto” sostuvo el intendente y “después vamos a empezar a avanzar en el financiamiento”.
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