Ya no quedan palabras para describir el actual presente futbolístico que atraviesa Central Córdoba. Basta con decir que el Charrúa volvió a sufrir otra derrota, en esta oportunidad 1 a 0 frente a Colegiales, en un encuentro donde predominaron las imprecisiones y abundaron los pelotazos.
Los de Munro llegaban al Gabino Sosa con la premisa de sumar de a tres para asegurarse un lugar en el torneo reducido, mientras que el Charrúa sólo jugaba para brindarle algún tipo de alegría a su castigado público.
De entrada Córdoba salió decidido a sorprender a su rival y rápidamente se hizo con el control de la pelota. De todas maneras, la visita se mostró firme en el fondo y salvo el cabezazo de Javier Mignaco a los siete minutos, el arquero Alejandro Granero no pasó sobresaltos.
Con el correr del tiempo Colegiales fue nivelando las acciones y de a poco le arrebató el dominio del balón al Matador. Las chances más claras de ponerse en ventaja llegaron sobre el cierre del primer período, primero por intermedio de Jonatan Torres y luego desde la cabeza de Sergio Rodríguez.
En el complemento Ferraresi ordenó presionar más arriba y rápidamente la visita comenzó a inclinar la cancha.
El único gol del partido nació desde los pies de Diego Cisterna, el mejor hombre de la cancha, quien recorrió casi 40 metros con la pelota, entró al área y con un toque suave al medio habilitó al goleador Rodríguez, quien sólo tuvo que empujarla.
Con el 1 a 0 abajo, Central Córdoba adelantó sus líneas y fue en busca de la igualdad. Pero ni dejando tres en el fondo ni poniendo un tercer delantero pudo el entrenador Pablo Caballero torcer la historia.
Ya descendido a Primera C, Central Córdoba sólo juega por la estadística. El próximo compromiso será el martes próximo y el rival de turno es Almirante Brown, equipo que disputa la punta del certamen junto a Sarmiento de Junín.
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