La empresa automotriz General Motors (GM) anunció ayer una inversión de 270 millones de dólares para instalar en la planta que la automotriz tiene en la localidad de Alvear una fábrica de motores de última generación. La nueva línea industrial de la compañía de capitales estadounidenses acompañará el proyecto Fénix, el auto de la marca Chevrolet que comenzará a fabricarse el próximo año. El anuncio fue bien recibido por el gobierno y los trabajadores, que esperan conseguir “estabilidad laboral” después del frenazo en la producción en lo que va del año, con las consiguientes suspensiones para el plantel de operarios de GM.
La empresa mostró ayer sus planes de expansión al jefe de Gabinete Jorge Capitanich y a la ministra de Industria, Débora Giorgi, quienes recibieron en Casa de Gobierno al presidente de General Motors, Dan Ammann.
La planta será la primera de fabricación de impulsores de aluminio de última generación de GM en Sudamérica, ya que tiene otra instalada en México. Como se indicó, estará destinada al proyecto Fénix que GM desarrollará en la Argentina, lo que totaliza una inversión, hasta 2016, de 740 millones de dólares.
La nueva planta comenzará a instalarse en el último trimestre del año en el complejo automotriz de GM en Alvear, a 25 kilómetros de Rosario, e iniciará su producción de motores a principios de 2017, según informó la compañía.
Tendrá una capacidad de producción de 140 mil motores al año y exportará 10 mil (principalmente a la Unión Europea), por un valor aproximado de 23,5 millones de dólares anuales.
Los motores tendrán un incremento progresivo de la integración nacional, con un piso del 32 por ciento, que podría incrementarse hasta el 50 por ciento a partir del desarrollo de proveedores locales para block, tapas de cilindro y otros componentes de aluminio.
El proyecto generará el desarrollo de proveedores industriales nacionales de alta tecnología, se señaló en un comunicado.
El nuevo motor de última generación es más liviano y tiene menor consumo de combustible por estar construido en un ciento por ciento de aluminio. Cuenta con turbo e inyección directa, y por ser un motor de baja rotación no necesita subir las revoluciones para que entregue toda su potencia.
El proyecto Fénix que General Motors ya inició en la Argentina, prevé el desarrollo de un nuevo modelo global, en el que invertirá, hasta 2016, otros 450 millones de dólares más 20 millones en renovación de equipos, lo cual hace un total de 740 millones de dólares.
La producción de los nuevos automóviles comenzará el año que viene, y se fabricarán 80 mil vehículos al año, de los cuales se exportará el 80 por ciento por un valor de 1.200 millones de dólares anuales.
Para Smata, buena noticia
Desde Smata Rosario, el gremio de los mecánicos, resaltaron ayer que el anuncio realizado por General Motors de instalar una fábrica de motores “garantiza estabilidad laboral”. Para Antonio Milici, secretario adjunto de Smata, “es una noticia muy importante”.
La compañía venía acusando una baja en los niveles de producción por una caída en las ventas en el país, pero principalmente por una menor demanda desde Brasil. A raíz de esta situación, la empresa aplicó suspensiones entre los trabajadores, como la mayoría de sus competidoras. El lanzamiento del Procreauto abrió expectativas de reanimar el mercado.
En este contexto, General Motors sorprendió ayer al anunciar una inversión millonaria en Alvear. “Se agrandará la planta para producir nuevos motores y esto dará estabilidad laboral ya que veníamos con complicaciones por la caída de la producción”, señaló Milici.
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