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Frente a todas las adicciones

La Acaad conduce tratamientos a personas que dependan de drogas, juego, internet o alimentos, entre otros factores. Pero también capacita a profesionales y asistentes a prevenir diferentes enfermedades.

La institución comenzó hace 20 años con el seguimiento de la problemática del HIV.
La institución comenzó hace 20 años con el seguimiento de la problemática del HIV.

Luciana Sosa

Cada vez que se habla de adicción se piensa en primer lugar en las drogas, y el riesgo de contagio de Sida. Si bien los integrantes de la Asociación Científica Argentina de Ayuda al Drogadependiente (Accad) comenzaron trabajando específicamente con pacientes adictos a los estupefacientes y portadores de HIV, en la actualidad, después de 20 años de trayectoria, han ampliado su radio a problemáticas adictivas menos difundidas pero cada vez más habituales, entre las que se destacan dependencias de internet, de determinados alimentos o al mismo sexo.

La particularidad de este grupo de trabajo es que además de la ayuda médica y psicológica, también realiza movidas solidarias. El año pasado llevó ropa y alimentos a zonas inundadas como Tartagal (Salta), Misiones y Chaco. Además, realizó durante el año charlas formativas sobre la prevención de distintas adicciones.

En este sentido, el nuevo ciclo comenzará en abril. Por otra parte, el grupo está a punto de presentar una serie de bolsas ecológicas en el marco de una iniciativa sobre el cuidado del medioambiente.

 Los comienzos

 María del Cármen de la Cruz, presidenta de la institución, contó a El Ciudadano que en el comienzo de esta iniciativa “era común ver a enfermos de Sida sin protección médica”. “Hace 20 años un grupo de profesionales decidimos fundar una institución que facilite el acceso al tratamiento contra su adicción a las drogas. Con el tiempo aprendimos que las drogas eran sólo una de las tantas aristas de las adicciones”, comentó.

La presidenta de la fundación recordó que había muy pocos espacios dedicados al cuidado de los drogadependientes y que por tal motivo también decidieron abrir el campo de tratamiento a aquellos con problemas psicosomáticos o con adicciones al juego, a la comida, a internet y hasta el sexo. También se especializaron en situaciones de riesgo, en dependencias a las sustancias endógenas, a las endorfinas, por sólo nombrar algunas.

Según De la Cruz, el trabajo se realiza con un equipo interdisciplinario que incluye hasta entrenador físico personal y en cada caso se puede ver cómo colabora, o no, la familia en la recuperación del paciente a tratar.

“Muchos vienen buscando sólo un lugar donde depositar a su familiar, el resto no importa. Afortunadamente son muchas las familias que apoyan la recuperación del paciente y eso es fundamental para el éxito ”, sostuvo.

Asimismo, advirtió que en los casos con problemáticas psicosomáticas las caídas suelen ser constantes y en esos casos, la responsable de esta institución recomienda que los familiares del paciente se traten primero, para así contar con las herramientas necesarias a la ayuda del tratado.

 El Estado ausente

 Por otra parte, lamentó que el Estado se ocupe tan poco de los pacientes con problemas de adicciones. “No recibimos ayuda institucional, excepto si ganamos algún concurso, algún proyecto. Hasta el momento el gobierno provincial no abrió ninguna convocatoria, así que contamos con el aporte que se hace desde la cuota societaria o de los tratamientos realizados”.

De la Cruz señaló que cualquiera que quiera y pueda colaborar puede hacerlo asociándose a la entidad por unos diez pesos mensuales. En tanto, afirmó que para aquellos pacientes de escasos recursos, se busca la manera de solventar el tratamiento.

“El Estado da cuenta de que se encarga de los problemas de adicción, pero maneja oficinas con horarios que no son tenidos en cuenta con la rutina del adicto. Es más, en el Estado siempre hay paros y se cortan los tratamientos, esa discontinuidad es muy dañina para el paciente”, apuntó.

Además, remarcó que en todo tratamiento es necesario que los familiares acompañen para calmar la ansiedad de ver resultados de inmediato y para colaborar en el progreso del paciente, que tiene un muy bajo nivel de tolerancia de la frustración.

El espacio de ayuda y contención se ubica en Catamarca 2072 y su teléfono es el 449-3957.

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