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Esperada visita papal

Francisco besará esta tarde el suelo de Quito

El viaje comienza en Ecuador, donde permanecerá hasta el miércoles. Luego, irá a Bolivia y después a Paraguay. El presidente ecuatoriano Correa dijo que el país aguarda “repleto de alegría”.


El papa Francisco arribará hoy al aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito a las 15, hora local (17 en Argentina), donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida con honores protocolares y luego se trasladará en un jeep adaptado, que emula al Papamóvil, hasta la Nunciatura Apostólica sobre la avenida Orellana, para descansar y reponer fuerzas tras cruzar el Atlántico. El presidente de Ecuador Rafael Correa dijo que su país esperaba “repleto de alegría” la visita de Francisco, quien “está cambiando” la iglesia Católica, definió el mandatario.

Tras la jornada de arribo del papa, mañana a la mañana el pontífice hará otro vuelo, esta vez de unos 30 minutos, para llegar al aeropuerto José Olmedo de Guayaquil e ir rápidamente al Santuario del Señor de la Divina Misericordia, el segundo templo más grande de la ciudad.

Tras una breve visita dará su primera misa campal para 1,2 millones de personas en el Parque de los Samanes, un espacio verde nuevo, todavía en construcción, que una vez terminado abarcará una extensión de 379 hectáreas.

Tras un almuerzo que compartirá con la comunidad local de los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenece Jorge Bergoglio, el primer papa de la Compañía de Jesús volverá a Quito y a las 19 (21 argentina) se entrevistará con el presidente Rafael Correa en el Palacio de Carondelet, en el centro histórico de la capital.

Este será el tercer encuentro entre ambos jefes de Estado, tras el primero ocurrido el 19 de marzo durante la misa de inicio del pontificado de Francisco en el Vaticano, y la visita oficial que el mandatario latinoamericano hiciera a la Santa Sede el 16 de abril pasado.

La reunión privada durará cerca de una hora y en momentos en los que país está conmocionado políticamente con sectores vinculados a la oposición, que se movilizaron en los últimos días contra las iniciativas de crear un nuevo impuesto a las sectores de mayores ingresos y grupos oficiales que contramarcharon para denunciar un intento de golpe de Estado.

Luego de la reunión, Francisco y Correa cruzarán unos 50 metros por la Plaza Grande (o Plaza de la Independencia) para visitar la Catedral de la capital ecuatoriana y saludar a los fieles que se concentren alrededor del templo católico de mayor jerarquía del país.

El 7 de julio el pontífice comenzará su agenda con un encuentro con los obispos de Ecuador en el Centro de Convenciones que funciona en el Parque Bicentenario, el espacio verde más grande de la ciudad, y allí mismo aprovechará la explanada de 125 metros cuadrados para encabezar su segunda misa campal, en las que se esperan más de 2 millones de asistentes.

En un escenario de 4 metros de alto y con capacidad para más de 800 personas, construido especialmente para la ocasión, el pontífice hablará acompañado de una orquesta sinfónica, un coro y representantes de las comunidades shuar y quichua que durante la homilía dirán la oración de los fieles y la segunda lectura.

Durante la tarde de esa misma jornada, Francisco mantendrá dos encuentros: primero con educadores en la Universidad Católica de Ecuador y luego con miembros de la sociedad civil en la iglesia de San Francisco, para finalizar con una visita privada a la Iglesia de la Compañía, también recorrida por San Juan Pablo II en su viaje de tres días a Ecuador en enero de 1985.

En su último día en Quito, Bergoglio acudirá al hogar para ancianos que manejan las Misioneras de la Caridad, seguidoras de la obra de la madre Teresa de Calcuta, y se verá con representantes del clero, religiosos, religiosas y seminaristas en la parroquia El Quinche, donde todos los años se realiza una peregrinación mariana.

Al mediodía (14 de Argentina) del miércoles 8 de julio Francisco finalmente emprenderá viaje a La Paz para continuar con su gira que lo llevará también a las localidades de Santa Cruz de la Sierra, también en Bolivia, y Asunción de Paraguay, para regresar al Vaticano el 12 de julio.

Bolivia y Paraguay esperan a más de un millón de argentinos

El papa Francisco iniciará hoy la gira por tres países de América Latina y se espera que más de un millón de fieles argentinos se movilicen para acompañar al Sumo Pontífice en un viaje apostólico que se extenderá hasta el 12 de julio próximo e incluirá escalas en Ecuador, Bolivia y Paraguay.

La enorme mayoría de quienes planear ir a “ver” al Papa a Bolivia o a Paraguay, después de que Francisco comience su recorrida por Ecuador, se trasladarían vía terrestre hacia ambos países limítrofes utilizando distintos medios, como autos particulares, ómnibus, combis, transportes escolares, motos y hasta vehículos especialmente acondicionados para la ocasión, histórica por cierto.

A diferencia de la oportunidad del viaje a Brasil del Papa, en 2013, cuando también se movilizaron un millón de argentinos y en su mayoría jóvenes viajaron a Río de Janeiro, esta vez no han participado de la organización la jerarquía de la Iglesia ni entidades emblemáticas como la Acción Católica: la gente viaja por su cuenta o desde las parroquias, según averiguó NA.

Una imagen de la virgen de Itatí será bendecida en Asunción

Religiosos y fieles de Corrientes llevarán a Asunción una imagen de la Virgen de Itatí que será bendecida por el papa Francisco durante su visita apostólica a Paraguay, anunciaron voceros del Arzobispado de esa provincia del litoral argentino.

La estatua bendecida por el Sumo Pontífice regresará luego a la Basílica de Itatí como parte de los festejos por los 400 años de vida de esa ciudad correntina, fundada el 7 de diciembre de 1615, según explicó a NA la encargada de prensa del Arzobispado correntino, Cynthia Romero.

En tanto, el obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero, viajará a Paraguay a encontrarse con el Papa especialmente invitado por el arzobispo de Asunción.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, en cambio, declinó realizar hacer el viaje porque consideró que se trata de una fiesta local la que se desarrollará en Paraguay durante la histórica visita de Francisco como parte de su segunda gira por América Latina.

Al igual que en Formosa, la jerarquía eclesiástica de Corrientes no organizó peregrinaciones para ir a “ver” al Papa, dijo Romero a NA.

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