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banda de los monos

Formalizan acusación al “Guille” por amenazas a un magistrado


Ariel Máximo “Guille” Cantero sumó ayer una nueva causa penal. Lo imputaron de amenazar al juez Edgardo Fertitta desde el teléfono público de la cárcel de Rawson, hace diez meses. Según la acusación, el llamado lo recibió Lucila, una practicante del juzgado, quien pasó el mensaje: “Decile al juez que se meta el traslado donde ya sabe. Que lo voy a matar”. Durante la audiencia, Guille reconoció haber realizado la llamada a Rosario aunque negó el contenido de la conversación. Para el juez Hernán Postma, en el debate no hubo pruebas pero sí evidencias suficientes para imputarlo por amenazas calificadas y le dictó 60 días de prisión preventiva. La medida cautelar fue duramente criticada por su defensa pero no modificó la situación actual de Cantero, quien lleva detenido cuatro años a la espera de ser juzgado en la Megacausa Monos. De hecho, el martes Fertitta prorrogó su prisión otros cuatro meses hasta que el inicio del postergado juicio oral contra la banda de zona sur.

La audiencia comenzó minutos después de las 16 en el primer piso de los tribunales provinciales. “Guille” llegó esposado y acompañado por sus tres abogados defensores, en una sala prácticamente vacía: Dos custodios, dos fiscales, dos empleados de la Oficina de Gestión Judicial y el juez. Antes de iniciarse el debate, Cantero respondió con sarcasmo las preguntas de rigor. “¿A qué se dedica?,” le consultó un empleado. “¿Ahora? Soy preso”, contestó en relación a los cuatro años que lleva detenido. Una respuesta similar dio cuando le preguntaron su domicilio actual.

El fiscal Fernando Dalmau lo acusó de amenazas calificadas por ser vertidas contra un funcionario público, delito que prevé una pena de entre cinco a diez años de prisión. Se refirió así a los dos llamados que, el mediodía del 19 de agosto de 2016, ingresaron al juzgado de Fertitta y que fueron atendidos por una practicante. Dalmau resaltó que a raíz de la denuncia de amenazas que radicó ese mismo día el magistrado, la Fiscalía realizó un seguimiento de las comunicaciones entrantes y comprobó que provenían del penal de Rawson. A partir de allí, se realizaron medidas, entre ellas cámaras de seguridad de esa unidad penitenciaria donde se observa a tres personas utilizar el teléfono público, una de las cuales era Cantero, dijo el fiscal. Por último, mencionó que a raíz de esa comunicación Fertitta entró en un programa de protección a testigos, por el temor que le provocaron las amenazas.

Guille declaró en su defensa que recuerda haber llamado desde el penal al Juzgado de Fertitta, pero aseguró no haber manifestado nada sobre el juez. En ese sentido expuso que la persona que lo atendió le dijo que hable con su abogado.

Sus defensores, Fausto Yrure, Carlos Varela y Adrián Martínez, debatieron sobre la falta de elementos para probar la supuesta amenaza y tildaron el pedido de prisión preventiva como una medida desesperada para “disimular el papelón jurídico de tener a una persona presa de manera ilegal”. Respecto al contenido de la llamada telefónica, dijeron que no se puede demostrar la amenaza si se respeta la igualdad ante la ley, ya que es la palabra de su defendido contra la de Lucila, la practicante.

Y sobre el pedido de prisión preventiva, dijeron que no hay manera de sostenerlo ya que es una medida extrema que se toma cuando hay peligrosidad procesal. Así recordaron que no puede haber peligro de fuga si su cliente se presentó voluntariamente ante la Policía, a sabiendas que iba a quedar detenido, en junio de 2013. Y tampoco entorpecimiento de la prueba ya que se lo imputó ayer por un hecho denunciado hace diez meses, período en el que permaneció sin esa medida cautelar.

“El único objeto es disimular el papelón jurídico que significa tener a una persona presa de manera contraria a la que disponen nuestras propias leyes en el marco de la Constitución Nacional. Una persona no puede estar privada de la libertad sin ser condenada en función del principio de inocencia por más de tres años. Y nuestro defendido ya lleva cuatro. Para disimular esta situación desencajonan una causa que tiene diez meses, donde no hay ningún elemento nuevo”, dijo Yrure.

Megacausa

Guille está procesado como jefe de una asociación ilícita y será juzgado junto a otros 22 procesados en un juicio oral y público que debía comenzar esta semana pero fue prorrogado para el mes de agosto. La postergación del debate permitirá que se sume al juicio su hermano de crianza, Ramón Monchi Machuca, quien en principio iba a ser juzgado por separado. Guille también está sospechado en el asesinato de Diego demarre, en mayo de 2013, en venganza al crimen de su hermano Pájaro.

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