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Food Trucks, al freezer

El Concejo Municipal postergará el tratamiento del proyecto que crea un nuevo rubro ante las críticas de empresarios gastronómicos que aseguran que será una competencia desleal.


Luego de haber avanzado ágilmente por todas las comisiones del Concejo Municipal, el proyecto de los Food Trucks pasará al carril lento luego de que desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario se presentaran algunos reparos por considerar que este nuevo tipo de emprendimiento, que serviría comida gourmet y funcionaría en espacios verdes y eventos de alta concurrencia de público, representaría una competencia para los comercios del sector. Autoridades del cuerpo legislativo adelantaron que el debate se paralizará “dos o tres semanas” hasta escuchar a todas las voces involucradas.

La iniciativa consensuada entre los concejales Martín Rosúa (UCR 1983), Jorge Boasso (bloque radical) y Carlos Comi (ARI-CC) apunta a la generación de un nuevo rubro para formalizar estos locales de comida rápida o “al paso” en los cuales los ciudadanos puedan disfrutar de una comida saludable, con un control bromatológico estricto y con una ubicación estratégica.

“La idea es que se vaya produciendo una readecuación y se genere un proceso de formalización para terminar con las habilitaciones precarias y sin controles y pasar a un sistema mucho más ordenado y estricto. Esto va a ser planificado. Vamos a pedir un estudio a la facultad de Ciencias Económicas para ver cuántos de estos locales van a poder funcionar”, explicó Rosúa a este diario. En ese sentido, explicó que se trata de “camiones totalmente equipados con cocinas internas” que van a aportar una variedad de menúes mucho más amplia (comida oriental, vegetariana, pizza casera), por lo que el Ejecutivo analizará la cantidad de habilitaciones que otorga para cada rubro alimenticio.

Para la obtención de la habilitación, los titulares del comercio deberán tener “un chef con un título expedido por una institución” del país que permitirá avanzar en tres sentidos: comida de calidad a precios económicos, una nueva posibilidad para jóvenes chefs y revitalizar el espacio público.

El proyecto consensuado no cayó bien entre los representantes de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), quienes adelantaron su rechazo por considerar que este nuevo emprendimiento, que podrá situarse sólo a una distancia superior a 30 metros de cualquier negocio de comidas, igual será una competencia desleal para los comercios.

“Tenemos una posición totalmente en contra. Esta alternativa es competencia desleal y va en detrimento de la actividad gastronómica. No podemos ir contra los concejales pero vemos que nuestra actividad es muy apetecible para cargarnos con responsabilidades que hacen que cada vez se nos haga todo más cuesta arriba”, explicó Carlos Mellano, titular de Aehgar, quien recordó el tratamiento del proyecto de “Alcohol Cero” como otro palo en la rueda para los comerciantes.

De este modo, marcó una diferencia respecto a los actuales carritos de comida rápida que, si bien en algunos lugares como el parque Independencia o la Rambla Catalunya representan una competencia, eso ya “forma parte de la decoración” y les representa un desafío para ofrecer comidas de mejor calidad. La diferencia con este nuevo rubro radica en que “el menú es similar” aunque los negocios fijos cargan con “costos fijos de estructura”, como la basura, el agua y los impuestos.

Ante ello, Rosúa contó que “luego de haber permanecido mucho tiempo en la comisión de Gobierno, ahora pasó a Presupuesto”, pero sus pares no tratarán la iniciativa hasta escuchar a todos los actores y eliminar las competencias desleales, por lo que el debate podría postergarse “dos o tres semanas” más.

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