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Búsqueda frenética

Festejo tempranero: sólo capturaron a Martín Lanatta

Fue la Policía santafesina, que recibió por primera vez en mucho tiempo el aplauso de los vecinos. El fugitivo no se resistió.


Papelón nacional. Así se había impuesto el hashtag después de que se conociera que los recapturados no eran tres sino uno. Fueron horas de festejos. El presidente Mauricio Macri festejaba por twitter, la vicepresidenta Gabriela Michetti felicitaba a la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal y en los medios se exhibía la foto de un Martín Lanatta golpeado, cansado. Había perdido. Lo que no se mostraba era el rostro de los otros prófugos, Christian Lanatta y Víctor Schillaci. También emitió un comunicado la Fiscalía, el juez federal Sergio Torres habló en los medios, festejó el triunfo de la institucionalidad y el trabajo en conjunto. La fiesta duró poco. Hasta que el jefe de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau, dijo en conferencia de prensa: “Nosotros sólo recapturamos a Martín Lanatta, sobre el resto de los prófugos no tenemos información”.

Allí, ante las repreguntas, el discurso de Grau seguía sin fisuras y dejaba en claro que “sólo habían recapturado a Martín Lanatta”. Las especulaciones no tardaron. Los periodistas se preguntaban “qué quiso decir”. Atribuían la falta de información a la mala relación entre el súper comité organizado por la ministra de Seguridad Patricia Burlich y la Santafesina, que había quedado excluida de la búsqueda. Una segunda salida de Grau al aire, sembró aun más la duda. Y el comentario empezó a correr hasta que fue el propio jefe de la Policía Federal, Román Di Santo, quien confirmó que aún buscaban a dos prófugos.

De esta manera, los funcionarios evitaron mostrar la cara. Sólo los santafesinos se aparecieron en los medios. El secretario de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, fue quien brindó los detalles del operativo, y se sumó un punto inmenso ya que él dirige la Policía santafesina, cuestionada desde hace años y por primera vez aplaudida frente a la comisaría de Cayastá. Lo curioso fue el operativo. Había helicópteros, francotiradores, camionetas, 600 efectivos, miras infrarrojas. Pero un par de agentes de la comisaría del pueblo encontraron a Lanatta caminando solo y no tuvieron problemas para detenerlo. “No se resistió, estaba como abatido”, destacó un jefe policial.

La captura

La captura de Lanatta, ocurrió alrededor de las 10 de la mañana, en la zona de Cayastá, a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe, luego del accidente que sufrió cuando escapaba junto con su hermano Christian y Víctor Schillaci.

Grau aseguró que Lanatta “no se resistió para nada” y fue apresado por el comisario y dos suboficiales de la seccional local cuando lo sorprendieron caminando por un camino rural.

La captura se produjo en un sector cercano al kilómetro 68 de la ruta 1, cerca de la planta arrocera Trimacer. El jefe policial precisó que una vez en la comisaría 5ª de Cayastá un médico policial atendió a Lanatta porque presentaba una herida en la cara producto del vuelco de la camioneta en la que huía y quedó a disposición del fiscal santafesino Estanislao Giavedoni y el juez de garantías Jorge Patrizi.

Antes, los delincuentes mantuvieron cautivo durante dos días en la ciudad de Santa Fe a un ingeniero agrónomo al que secuestraron el jueves en la localidad de San Carlos, donde protagonizaron un tiroteo en los que hirieron a balazos a un gendarme. En ese lapso, los Lanatta y Schillaci consiguieron plotear con inscripciones de “Gendarmería” la camioneta Volkswagen Amarok del ingeniero, y finalmente ayer lo dejaron maniatado en su departamento de la capital santafesina y continuaron su escape por caminos secundarios hacia el norte de la provincia.

Los voceros consultados dijeron que en la zona sur de Cayastá efectuaron una mala maniobra, volcaron la camioneta y continuaron la fuga a pie a través de los campos.

Al respecto, la secretaria comunal de Cayastá, Viviana Agusti, relató que “se metieron por un camino transversal y volcaron con la camioneta” porque “se quedaron empantanados”.

“La ruta va paralela al río Paraná, y tiene muy pocos caminos transversales, ahora hay plena creciente o inundación y los campos se han inundado”, explicó la funcionaria.

Los fugitivos continuaron a pie y ayer a la madrugada ingresaron a la casa de un productor agropecuario ubicada en la localidad de Campo del Medio, a quien le robaron su camioneta y su teléfono celular. Posteriormente, los prófugos tomaron ropa del hombre y todo lo que había dentro de la heladera, especialmente jugos, y huyeron con la camioneta, la que fue encontrada abandonada más tarde en un camino que va hacia la ruta 62.

Aparentemente el último lugar al que fueron antes de ser detenidos fue a una casa también ubicada en Campo del Medio, cerca de Cayastá, donde le pidieron agua a un lugareño que los reconoció y los denunció a la Policía. De acuerdo a la vicepresidenta comunal de Cayastá, María Verónica Devia, el vecino notó que los tres hombres “estaban lastimados, mordidos por perros, no graves pero sí desalineados”, y que ello “le llamó la atención para atar cabos” y saber que se trataba de los tres buscados.

Hoy ya pasaron 14 días desde la fuga de los más buscados y hasta anoche la buena noticia sólo comprendía a uno de ellos. Atrás también habían quedado el tiroteo en Ranchos, las versiones sobre la pata narco santafesina, el viejo amor sancarlino de uno de los prófugos, y la visita a la ex suegra de uno de ellos.

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