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Fertilización: Iapos debe cubrir a mujer sin pareja conviviente

La obra social se negaba a autorizar el tratamiento por ese motivo, pero la Justicia consideró que se violaba una ley.


La Justicia hizo lugar a una medida cautelar presentada por Analía, una mujer de 42 años, contra Iapos, ya que la obra social le negaba la cobertura de un tratamiento de fertilización asistida de alta complejidad por no tener una pareja conviviente. Las abogadas de la demandante sostuvieron que se trataba de una normativa interna que era claramente discriminatoria y que violaba la ley nacional que incorpora esas prácticas médicas a la cobertura obligatoria. Así lo terminó entendiendo el juez Pedro Boasso, titular del Juzgado de 1ª instancia en lo Civil y Comercial Nº 16 de Rosario, quien ordenó al ente autárquico provincial a que cubra los costos de la intervención.

En el fallo, el juez Boasso destacó que la ley 26.862 en su artículo 7º establece que será beneficiaria de los programas de fertilización asistida “toda persona mayor de edad”, en tanto que el artículo 8 de la norma analizada incorpora las técnicas de reproducción asistida en el denominado Programa Médico Obligatorio, “estableciendo que la autoridad de aplicación no podrá introducir limitaciones fundado en el estado civil de los destinatarios”.

“A tenor de lo expuesto, la reglamentación del Iapos limitando el beneficio a aquellas personas que posean pareja conviviente aparece claramente violatoria de la normativa nacional a la que debe subordinarse, por lo cual debe ser soslayada”, se agrega en la sentencia.

Un punto fundamental que tuvo en cuenta el magistrado fue que la afiliada cuenta con 42 años de edad, por lo cual posponer la resolución de la cuestión presenta un innegable peligro en la demora, ya que el derecho podría frustrarse con el transcurso del tiempo.

Otro aspecto a destacar es que en su resolución el juez le exige a la clínica que hará el tratamiento que deben utilizarse todos los embriones fertilizados, sin desperdiciar ninguno.

Una de las abogadas patrocinantes, Carina Mazzeo, contó que Analía “estaba realmente feliz” porque “tuvo que pasar por un proceso penoso” hasta llegar a esta resolución. “Ella había solicitado muchas veces la cobertura de tratamiento que requería, y siempre recibió la negativa. Y, en definitiva, de la forma que lo pudo obtener fue a través de esta sentencia judicial”, explicó.

“En realidad nosotros tenemos una legislación nacional que es absolutamente amplia ya que no discrimina ni condición sexual de la persona que necesite el tratamiento ni tampoco el estado civil. Sin embargo Iapos tiene disposiciones que a nuestro criterio son discriminatorias, porque niegan los tratamientos de fertilización cuando la persona no tiene una pareja conviviente”, siguió.

Según continuó la profesional, para la demandante “hubiera sido mucho más fácil quizás mentir y decir que tenía una pareja conviviente pero ella fue consecuente con sus ideales y quiso seguir con la verdad”.

“Ella no tenía una pareja conviviente pero quería ser mamá. Así fue que planteamos este amparo y se lo hizo desde ese punto de vista, que un ente autárquico provincial como es el Iapos no puede tener una reglamentación que sea contraria a la ley nacional donde no se establece ningún tipo de trabas respecto de la necesidad de cobertura de este tipo de tratamiento”, subrayó.

“Creo que es un fallo muy interesante para difundir y para pensar que Iapos tiene que rever toda su reglamentación interna y agiornarse a la ley nacional y a los tratados de derechos humanos y contra la discriminación. Este rechazo estaba violentando la ley contra la discriminación. Ella nunca había podido acceder a un tratamiento de estas características porque hablamos de tratamientos de más de 40 mil pesos y 25 mil pesos de medicación. Es algo verdaderamente costoso y para muchas personas inaccesible. Si Analía no recurría a la Justicia no iba a poder realizarlo”, concluyó.

“No me dejaron bajar los brazos”

Analía tendrá en poco tiempo una de las oportunidades más importantes de su vida, cuando al fin pueda acceder a un tratamiento de fertilización asistida, a sus 42 años, intentando su sueño de transitar por un embarazo que la lleve a ser madre por primera vez.

La mujer, que tuvo como profesión el deporte de alta exigencia, refirió a El Ciudadano los pormenores de su situación, pero prefirió mantener su identidad en reserva, aunque aceptó que se publique su nombre. Del otro lado de la línea contó que la noticia del fallo que obliga a la obra social Iapos a cubrirle la práctica médica la “superó” y la dejó “muy feliz”. Y así se la escucha.

“Esto es algo por lo que vengo luchando desde hace tiempo realmente. Cuando la obra social rechazó mi solicitud por no tener pareja conviviente lo que hice fue mandarle un mail a varios médicos especialistas en fertilización para dar a conocer mi caso. Quien me contestó fue (Julio) Colabianchi, me reuní con él y me recomendó realizar gestiones para poder conseguirlo. Así fue que conseguí contactarme con las abogadas y comenzamos a trabajar en el caso”, indicó.

“Mañana (por hoy) tengo que terminar todos los trámites y después ponerme de acuerdo con la clínica para poder organizarnos y realizar el tratamiento. La verdad es que estoy muy agradecida a todos los que me acompañaron, me dieron aliento para seguir adelante y no me dejaron bajar los brazos”, señaló.

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