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Ferni: “Ningún ambiente sostiene lo no binario, nosotros existimos sin pedir permiso”

La destacada cantante que llega este sábado al multiespacio provincial Lavardén acompañada por el guitarrista Nahuel Quipildor con el espectáculo disidente "Folclore en transición" habla de su propuesta y de su recorrido, un tiempo donde arte, militancia y visibilidad van de la mano


En el arte, lo disidente es un camino, una posibilidad, pero sobre todo es un acto de fidelidad para con el deseo y la identidad de las personas que va mucho más allá de lo binario, entonces, lo disidente no es sólo en el arte sino que es en la vida. Folclore en transición es, en ese sentido, una propuesta bella y poderosamente disidente, una construcción escénico-musical montada en base a la búsqueda de nuevos sentidos por fuera de aquellos a los que el folclore más tradicional dio cabida hace décadas y que hoy, como el mundo y como la identidad en todas sus formas, están sobre un tembladeral que invita a repensar, debatir, barajar y dar de nuevo.

Ferni junto a Nahuel Quipildor.

En ese camino aparecen artistas como Ferni junto a Nahuel Quipildor, que lejos de correrle el cuerpo asumen el folclore desde un lugar propio y singular a través de un espectáculo de folclore contemporáneo y claramente disidente que resignifica el cancionero popular latinoamericano al tiempo que propone nuevos autores y autoras disidentes, en un viaje que cómodamente va desde Atahualpa Yupanqui hasta Susy Shock pasando por una serie de bagualeras referentes del colectivo LGTBIQ+, donde interpretación y arreglos a cargo de ambos se ven atravesados por la sensibilidad y el compromiso poético que pertenece a las luchas de la sociedad actual.

La cantante Ferni de Gyldenfeldt, o simplemente Ferni (voz) y el músico Nahuel Quipildor (guitarra) se conocieron en el Conservatorio Superior de Música Astor Piazzolla (Caba) y hoy recorren el país con diferentes proyectos que abordan la música popular desde una mirada propia, corrida de lo heteronormado. Para el afuera, todo parece haber comenzado con la participación de Ferni en el Pre Cosquín de Folclore 2022 que, tras una denuncia en el Inadi por discriminación hacia su identidad de género trans no binaria debió modificar sus estatutos, y se convirtió en una conquista para todo el colectivo travesti-trans, porque ahora sólo hay rubros y ya no hay géneros, aunque su recorrido y su lucha vienen desde mucho antes.

Un largo camino

“Ningún ambiente nos sostiene, nosotros existimos sin pedir permiso. De eso se trata, nuestra existencia se ve legitimada por una otredad, y la verdad es que nosotros existimos desde muchísimo antes de todo esto. Ningún ambiente del folclore lo sostiene, si hay alguien que lo sostiene es la propia comunidad que comulga con las banderas que nosotres plantamos de igualdad, de respeto y de ampliación de derechos. Ningún ambiente folclorista tradicional nos abrió la puerta, ni las abre de forma sencilla”, contó Ferni a la hora de pensar cómo se vincula el ambiente del folclore con la comunidad travesti-trans y las disidencias.

Ante eso, esta cantora elige dar ese debate y abrir las puertas que sean necesarias para seguir cantando y recorriendo escenarios: “El ambiente que nos sostiene es el que vamos construyendo, que convoca nuestra propuesta y nuestro mensaje. Es un nuevo ambiente, porque es un nuevo escenario, es el folclore que va cambiando. La sociedad va cambiando y tiene que estar la música para acompañar los complejos procesos culturales y hereditarios de un pueblo. De eso se trata este presente: nos está generando un nuevo escenario y un nuevo público que va naciendo junto con nosotres”.

El cancionero

“Hay una tarea que tiene que ver con elegir las canciones: desde el Nuevo Cancionero de la década del 60, hacia adelante y también hacia atrás, en su poesía, en sus metáforas y en su decir son canciones que tienen algo para resignificar, hay algo de eso, del nombrarme a mí dentro de esas letras con otro género que es una de las búsquedas de sentido; hay algo de lo reapropiado al modificar los pronombres que está en nuestra búsqueda musical, que es una marca”, expresó Ferni sobre su profuso trabajo con un repertorio que, más allá de lo que resignifica, no conoce fronteras.

“También, en esa búsqueda, intento hablar del consentimiento: hablar de las formas no románticas ni posesivas de vincularse que es algo que está todo el tiempo muy subyacente en el folclore de una única forma; solemos quedarnos sin entender cuando hablamos que el folclore tiene un machismo muy subyacente, que es muy conservador, y tiene que ver justamente con estas maneras de reproducir algo normado en sus letras que nosotros intentamos cuestionar. Buscamos cuestionar estas formas de amor que consideran estos dos únicos géneros: varón y mujer y la idea de un vínculo heterosexual. Esa idea de repensar, recuperar y resignificar esas obras nos parece súper interesante, además de un montón de otras obras contemporáneas que son emergentes del colectivo travesti-trans no binarie”, planteó la artista.

Poética y política

Respecto de la apuesta política que acercó Ferni con aquella denuncia en el Inadi por discriminación del mismo modo que la apuesta estético-política que asume cada vez que pisa un escenario, destacó: “Ningún ambiente sostiene lo no binario, nosotros existimos de todas maneras, sin pedir permiso. La herramienta que tenemos con el arte, la poesía, la metáfora es la que activamos para conmover corazones y ampliar conciencias; abrir conciencias en el sentido de que, con amorosidad y respeto, podemos acercar estas otras miradas disidentes: visibilizar nuestro colectivo en lugares que fueron y son históricos como Cosquín para mí es un honor, estar como disidencia sexo genérica visible siendo invitada a cantar en los distintos escenarios del país son triunfos importantes, porque los grandes escenarios siempre nos han relegado y ahora estamos ocupándolos porque estamos plantándonos, parándonos como visibles, legítimos y legítimas intérpretes de la música popular”.

Y sumo: “Hay una música, una canción que puede conmover corazones e incluso disipar aquellas vistas que están nubladas por juzgar a la otra persona que quizás tiene barba y está maquillada, o tiene un vestido. Bueno: yo les digo que me escuchen cantar, les propongo que se permitan emocionarse con el arte que en definitiva es lo más valioso. Lo importante es esto de resignificar, visibilizar y legitimarnos y luego, si ese día yo tengo las uñas pintadas de rojo o de azul no tiene nada que ver”.

Más allá de esa legitimación y de la militancia de género, Ferni es una artista con formación académica y una voz poderosa que es una marca de su propuesta: “Son muchos años de estudio, 14 de técnica de Bel Canto italiana en el conservatorio y luego en la Universidad me he formado tanto en lo lírico como en lo más popular, estudiando justamente los distintos matices de mi voz, las distintas posibilidades que me ofrece y que me permiten, cuando me paro sobre un escenario, tener cierta seguridad y mucha convicción desde lo político, desde el activismo, porque es eso lo que estoy proponiendo”.

Independientemente de un recorrido artístico con referencias notables como las del Parakultural de los 80, con Batato Barea, Humberto Tortonese y Alejandro Urdapilleta, o la del poeta queer Fernando Noy, entre más, en Ferni conviven esos registros del pasado y del presente con la idea de un mundo cercano donde lo disidente sea aceptado y se naturalice: “Lo disruptivo antes no existía; la palabra disidente o queer siempre estuvo acompañando a los eventos artísticos o creativos. Lo más interesante es cuando, justamente, a partir de estos eventos artísticos, las personas pueden empezar a entender y ampliar esa conciencia y el sentido empático para ver que también puede haber personas travestis-trans que les den clases a sus hijas e hijos en las escuelas públicas, personas travestis-trans que trabajen en hospitales, personas no binarias que trabajen donde trabajan las demás personas, en todos los lugares, que puedan ser profesionales en todos los rubros y que podamos convivir socialmente más allá del campo de lo artístico. Yo soy una persona con una identidad que se va construyendo dentro de estos bordes que la sociedad propone y yo me constituyo como una persona con una feminidad trans no binaria”.

Y sobre esa idea de una identidad en proceso, profundizo finalmente: “Es importantísimo que entendamos todos y todas que nadie está queriendo que de repente todo se entienda y sea aceptado porque el machismo sigue operando y si cuesta entender lo que es el feminismo y su militancia es aún más complejo para algunos entender lo que es el transfeminismo. Por eso milito: yo quiero que estemos todos y todas conviviendo sin importar el género de cada uno”.

Para agendar     

Folclore en transición, el espectáculo de Ferni y Nahuel Quipildor, se presenta este sábado 10, a partir de las 21, en el Gran Salón del Multiespacio Provincial Lavardén (Mendoza y Sarmiento). Las entradas anticipadas se venden a través del sitio http://entradaslavarden.com

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