El Ciudadano
“Es la mejor Copa del Mundo femenina de la historia”, dijo Gianni Infantino, el mandamás de la Fifa el viernes durante una conferencia de prensa en Lyon en la previa de la finalización del certamen. Sin lugar a dudas, este ha sido un Mundial que rompió muchos récords. Desde los rating televisivos en todo el mundo, hasta las canchas colmadas de espectadores. Y este domingo, cuando se juegue la gran final del Mundial de Francia 2019, desde las 12 en Lyon, no será la excepción.
El estadio Olympique, el escenario donde Estados Unidos y Holanda buscarán alcanzar la gloria y levantar el gran trofeo. Pero antes, deberán jugar un partido que no será para nada fácil.
Por un lado, las norteamericanas. El elenco que conduce Jill Ellis buscará en suelo galo extender la soberanía mundialista para ser bicampeón. El elenco del norte tiene en su palmarés tres Copas del Mundo y es la tercera vez consecutiva que disputará una gran final.
Por el otro, Holanda. Una selección que en su segunda presentación mundialista pelea por el campeonato y que hace dos años se coronó como campeona de Europa. Y que lo hará apelando a los momentos de gran brillo de Lieke Martens y a la goleadora del equipo, Vivianne Miedema.
Aunque su entrenadora deberá esperar para saber si podrá contar con el once titular que habitualmente conduce, ya que Martens, la mediocampista del Barcelona, arrastra una lesión en el dedo de un pie y la arquera titular Sari van Veenendaal abandonó el terreno de juego con una mano inflamada tras la victoria sobre Suecia en semifinales.
Se termina la octava edición del Mundial femenino, y los resultados se dieron para que hoy en el campo de juego sean todas mujeres. Las dos selecciones que se enfrentarán son conducidas por dos directoras técnicas, a pesar de que las estadísticas mostraban lo contrario: de las 24 que participaron sólo 9 tienen al frente del equipo a una mujer.
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