Agustín Aranda
La primera semana de junio Santa Fe salió de la fase de aislamiento y empezó a vivir el distanciamiento social. Los casi tres meses de la estrategia “quedate en casa” impactaron en los espacios donde van quienes sienten tener un consumo problemático o adicciones; tuvieron que contener sin poder abrir las puertas. Esa semana un grupo de instituciones de Rosario denunció que los gobiernos no habían dado recursos para garantizar la atención y pidieron saber cuál era el plan de Omar Perotti para la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones, más conocida como Aprecod. A casi 6 meses de haber asumido la agencia no tenía autoridades desginadas.
Aprecod fue creada por el ex gobernador Miguel Lifschitz en 2016 para trabajar con distintos ministerios. Con el cambio de gestión de diciembre fue reformulada y ahora está dentro del Ministerio de Desarrollo Social conducido por Danilo Capitani. En lo alto de Aprecod hoy hay tres vocales: Graciela Rodríguez (que toma el centro-oeste santafesino), Mariano Romero (centro-sur) y Gustavo Vogel, quien se encarga de la zona centro-norte. Vogel, recientemente nombrado en el cargo, dialogó con El Ciudadano sobre la situación de la atención en Santa Fe.
—¿Cuáles son las principales preocupaciones de la gestión?
—El desarrollo territorial del abordaje de los consumos problemáticos. Nos encontramos con un esquema concentrado en Rosario y la capital de Santa Fe. Existe muy poco entramado institucional en el resto de la provincia. Hay localidades sin recursos. Compartimos la idea de una red de atención, pero la realidad es que está al mínimo y es muy endeble. Hay zonas sin referencia o con referencias escasas. El trabajo está desarticulado. Queremos profundizar el abordaje integral de la persona. La intervención debe ser parte políticas transversales donde el consumo es un tema más a trabajar.
—Aprecod había relevado que uno de cada cuatro espacios de gestión no estatal en consumos problemáticos y adicciones no atendían a mujeres o personas LGTBIQ+. ¿Tienen pensado algún trabajo para revertir esa tendencia?
—Si. Es parte del entramado territorial que tenemos previsto con referentes (gobiernos locales, organizaciones, etc) tratando de generar canales institucionales. No podemos trabajar con demandas individuales y espontáneas. Algunas demandas son válidas e importantes, pero no se contextualizan. Nadie se puede atribuir la resolución de una problemática de consumo. Hay que trabajar de forma complementaria. Hay que pensar en resolver los problemas de una forma integral, no solo los de consumo. Queremos detectar los sectores con más problemas y acompañar con estrategias que hasta el día de hoy no están funcionando.
–A diferencia de los de gestión no estatal, los 774 centros de salud no pueden discriminar quien recibe tratamiento y quien no. ¿Qué saben de la cantidad y tipo de casos en la parte pública?
—Tratamos de trabajar con otros ministerios para hacer diagnósticos lo más integrales, donde cada sector pueda aportar. Los de Salud y Educación son áreas que nos hay ayudado mucho. Sobre tipo de consumo, Aprecod venía recibiendo informes, pero no con un monitoreo regular. Queremos implementar un seguimiento. Los consumos van cambiando. No es algo de Santa Fe, sino un fenómeno mundial. Sedronar hace relevamientos. El alcohol y el tabaco siguen siendo las principales problemáticas. Queremos tener información más precisa a partir de ese entramado territorial. Antes los datos llegaban por algunas encuestas con municipios y comunas y en el diálogo con las organizaciones conveniadas.
—Algunos espacios de atención en consumos sacaron un comunicado preocupados porque decían que la estrategia sanitaria por covid-19 no les había incluido. ¿Qué diálogo está previsto?
—Siempre hemos estado a disposición y en contacto. La cuarentena les ha exigido dar respuestas de las que no estaban habituadas. A veces el Estado necesita también poner en consideraciones intereses y problemáticas generales que exceden a la situaciones individuales. El consumo va en aumento y la cuarentena nos lleva a un contexto extraordinario. Hasta fines de 2019 venía en aumento la cantidad de personas en situación de calle que necesitaban asistencia o quienes de alguna u otra forma sufrían la exclusión. Necesitamos proyectos que incluyan. En la cuarentena hicimos acompañamiento remoto de situaciones que llegaban a través de los equipos territoriales de Salud, Desarrollo Social o los gobiernos locales. Intensificamos ese enlace. Hoy, luego del aislamiento más fuerte, los trabajos volvieron a la acción presencial.
Drogas: los espacios de atención en Rosario buscan volver a abrir (del todo) sus puertas
Si vos, alguien de tu familia o una amiga o amigo necesitan escucha, asistencia o acompañamiento por consumo problemático y adicciones, podés llamar al 141, la línea gratuita que atiende las 24 horas, todos los días del año.
¿Consumís algo en exceso? Rosario tiene una red de servicios gratuitos para vos. Llamá al 4808797 o acercate a Galvez 867, de lunes a viernes de 9 a 17 horas.
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