Coronavirus

El salario del miedo

En plena cuarentena los gastronómicos ya están al horno y los municipales apuntan a los bancos

El gremio Uthgra teme que la pandemia termine arrasando con más de la mitad de los puestos de trabajo del sector, que sólo en Rosario y zona son más de 10.500. Y en los municipios algunos no terminaron de cobrar marzo, mientras otros deben soportar altísimos intereses por pagar en tiempo y forma


“Si el Estado no acude en ayuda, no hace un salvataje a las empresas, muy probablemente se pierdan más de la mitad de los puestos de trabajo. Y en poco tiempo”. Así describió la situación por la que están atravesando los trabajadores gastronómicos en Rosario y la región el secretario Gremial de Uthgra, Sergio Ricúpero, marcando que la pandemia de coronavirus fue un misil directo para el sector que representa: “Pasa lo mismo que a nivel nacional: un 75 por ciento de cierre. Y la actividad va a ser una de las últimas en reacomodarse, por el tipo y por el contacto social. Es realmente malo”.

En Rosario y zona hay unos 10.500 trabajadores de hoteles, hostales, cabañas, bares, restaurantes, comedores hospitalarios, de geriátricos y fabriles, entre más, que están afiliados a la seccional local del gremio. De ellos sólo entre el 25 y el 30 por ciento están cumpliendo labores, fijas en algunos casos, rotativas y de guardias mínimas en otros. “Y todavía hay unos pequeños grupos que no han pagado el sueldo del mes pasado: una irresponsabilidad, porque habían trabajado 19 días”, refiere con desazón el dirigente sindical.

En esos casos y en dos empresas que además decidieron despedir personal, la Uthgra tiene frentes de conflicto y esta semana participará de audiencias en el Ministerio de Trabajo de la provincia por esa situación. Pero más allá de los casos puntuales, al gremio le preocupa, y mucho, el cuadro general. “Hay muchas empresas con imposibilidad de pagar los sueldos”, admite Ricúpero, y advierte que ya hubo reuniones del sector empresario con el gobierno por el quiebre, no sólo provocado por la cuarentena obligatoria. La lógica que menciona es inapelable, ya que aún disponiendo la finalización del aislamiento social, preventivo y obligatorio, ¿cuántos se van a lanzar a hacer turismo? ¿Cuántos van a salir a comer afuera? De hecho, el gremialista refirió que en Rosario, mientras muchos hoteles directamente cerraron sus puertas, otros están atendiendo a una cantidad mínima de huéspedes: la cuarentena los sorprendió fuera de su lugar de residencia, y desde entonces siguen alojados donde estaban.

Parte del grupo de trabajadores que permanece en actividad son los que atienden a esos pasajeros, mientras en la mayoría de los alojamientos todo se reduce a guardias mínimas, mantenimiento y limpieza. Es un sector en reserva, incluso, que podría llegar a ser convocado si el avance de la pandemia se agrava. “Las habitaciones tienen alfombra, pero fácilmente se le puede poner encima un plástico, tienen calefacción, comunicaciones…”, enumera Ricúpero a El Ciudadano las virtudes de la infraestructura de algunos establecimientos, comparándola con la del hospital de campaña montado en el Hipódromo.

La otra porción de gastronómicos que siguen en sus tareas es la que atiende comedores de fábricas, sanatorios, geriátricos y otras actividades declaradas como esenciales y exceptuadas de la cuarentena. Pero los más están cortando clavos y mirando al gobierno nacional, describe Ricúpero, mientras de la provincia elogia la diligencia de la cartera laboral al mando de Roberto Sukerman para atender los focos de conflicto que ya se están presentando.

 

Somos todos compañeros

Otro sector que está empezando a atravesar aguas revueltas es el de los Municipales de toda la provincia. “Los municipios que no pagaron todavía el sueldo de marzo completo son Granadero Baigorria, San Justo, Coronda y la Comuna de Helvecia. Hay muchos que no han podido pagar el tiempo y forma al 7 de abril, como corresponde, pero lo hicieron en los días siguientes. Y hay municipios que pagaron en tiempo y forma, pero pidiendo un descubierto a los bancos, de 8, 10 millones de pesos en algunos casos”, refiere Jesús Monzón, secretario de Organización de la Federación de Sindicatos de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la provincia (Festram) y secretario General del gremio de Capitán Bermúdez.

Monzón advirtió que una de las problemáticas para los empleados municipales es el sector financiero, no los Estados. Y es por el pago de salarios: “Eso se cubre con la coparticipación, pero los intereses terminan siendo altísimos. Le pedimos al gobierno de la provincia que haga gestiones y habilite los medios necesarios para hablar con los bancos y que por lo menos por el término de 90 días bajen esos intereses, por la situación que estamos pasando”, puntualizó el dirigente sindical.

Monzón puso en relieve, en ese marco, la labor de los agentes municipales de toda la provincia, a los que felicitó: “Desde el primer día, con sus guardias mínimas, se están exponiendo al contagio; dejan a sus familias para hacer un trabajo que tal vez mucha gente no lo ve. Los municipales de la provincia necesitamos el apoyo porque estamos al frente, trabajando codo a codo con los médicos, saliendo a hacer fumigaciones, cortando el paso por el tema del dengue. Porque no es solamente el coronavirus”, resaltó.

“Estoy convencido que el compañero gobernador de la provincia, Omar Perotti, va a arbitrar los medios necesarios para auxiliar a aquellos municipios en este mes de abril para que puedan pagar el salario en tiempo y forma. Con ATN, con adelantos de coparticipación, con el Fondo de Obras Menores”, concluyó Monzón.

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