Cerca de un millón y medio de personas manifestaron ayer en Barcelona por la independencia de Cataluña en la fiesta nacional de la región, la Diada, el mismo día en que los impulsores de la secesión iniciaron su campaña para obtener una mayoría en las elecciones regionales del próximo 27 de septiembre.
Por cuarto año consecutivo, se convocó a una multitud en una región poblada por 7,5 millones de habitantes. Antes, los tres máximos dirigentes de la lista independentista, entre ellos el jefe de gobierno catalán, Artur Mas, lanzaron su campaña con una conferencia de prensa en la que defendieron su camino hacia la independencia de España.
Mas reafirmó que si las fuerzas independentistas logran una mayoría absoluta de escaños en el Parlament, se verán “legitimados” para llevar adelante un referéndum de secesión.
El número uno de la lista independentista Junts pel Sí (Juntos por el Sí), Raúl Romeva, dijo que, como el gobierno central español rechaza la independencia, “la única forma de que podamos saber qué quiere la gente es utilizar las elecciones del 27”.
Tres encuestas publicadas otorgan la victoria a las dos listas independentistas: Junts pel Sí de Mas, una heterogénea coalición desde el centroderecha hasta la extrema izquierda, y la izquierda anticapitalista de la CUP.
Los partidos pro independencia necesitan 68 de las 135 bancas y los sondeos indican que lograrán una mayoría, aunque no amplia.
Una clara victoria les daría un mandato legítimo para redactar una Constitución propia.
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