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Empataron Atlético Tucumán y Huracán

Atlético Tucumán y Huracán protagonizaron hoy un pobre espectáculo que terminó con un empate sin goles, que le sirve al visitante, pero hundió un poco más en la tabla de los promedios a los norteños.

Los tucumanos estaban obligados a sumar los tres puntos y lo intentaron, pero les faltó claridad y tranquilidad para quebrar la resistencia defensiva de un rival que se preocupó más por defender y renunció a atacar.

Atlético sigue sin poder ganar en el Clausura, quedó en el último lugar de la tabla de promedios con 1,045, el peor rendimiento de los equipos que militan en Primera y no consigue salir de la zona de descenso directo.

El rendimiento de Huracán es preocupante, en especial si se tiene en cuenta que jugó los últimos 30 minutos con un jugador más por la expulsión de Sebastián Longo, pero en ningún momento pudo aprovechar esa ventaja.

Héctor Rivoira vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera, ya que al ingresar al campo de juego del estadio Monumental, esta vez como técnico de Huracán, recibió una ovación por parte de todos los hinchas de Atlético que recordaron su exitoso paso por el club, con ascenso a Primera División incluido.

Mientras en las tribunas se colgaron varias banderas dedicas al entrenador, los dirigentes le entregaron una plaqueta a “Chulo”, quien se mostró emocionado y con lágrimas en los ojos.

Después llegó la hora de jugar y el local siempre lució más ambicioso, pero le costó mucho llegar con peligro hasta el arco defendido por Gastón Monzón.

Aunque llegó menos, Huracán encontró el gol cuando Gustavo Balvorín le sacó el balón casi de las manos a Lucas Ischuk y convirtió, pero el árbitro Juan Pablo Pompei cobró falta del delantero, en una polémica decisión ya que quedó la sensación de que no hubo contacto física en la acción.

Los tucumanos “inclinaron” la cancha en el segundo tiempo y buscaron el gol por diferentes vías, pero sólo llegaron con claridad una vez y entre Fabio Escobar y Luis Rodríguez malograron la cancha.

El ingreso de David Drocco le dio mayor impulso a los anfitriones que atacaron hasta el final pero nunca inquietaron a Monzón.

Télam

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