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Orgullo local

El Saocom 1B ya orbita a gran altura, pero tiene como anclaje en tierra a dos egresados de la UNR

El satélite se lanzó el domingo 30 de agosto. Carga, además de instrumentos, con un gran trabajo científico previo que, en parte, corresponde a los ingenieros Mauricio Ades y Kevin Velhuda. El equipo que ayudaron a diseñar dará información sensible para la producción y la prevención de catástrofes


Foto: Mauricio Ades con la antena desplegada del satélite. Allí se reciben las ondas reflejadas por la tierra, se sacan fotos y se visualizan por ejemplos manchas de petróleo en el mar o si se seca alguna laguna. Las ondas penetran unos metros en la tierra por lo que se puede determinar la humedad en el suelo

Los satélites argentinos Saocom orbitan a gran altura y tienen buen anclaje en Rosario. Con varios años de diferencia, pero con mucho en común, dos graduados en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) son  parte de ese logro. Se recibieron en diferentes ingenierías (industrial y electrónica) y trabajan en la empresa Invap, proveedora de tecnología nuclear para la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Son Mauricio Ades y Kevin Velhuda, quienes participaron de los proyectos de medición de la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias, como derrames de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones, para el equipo puesto en órbita el pasado domingo 30 de agosto.

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Mauricio Ades tiene 51 años. Se graduó como ingeniero en Electrónica en 1999. Dudaba entre estudiar medicina o ingeniería, le confió a El Ciudadano. La primaria en la ex Técnica 2 (hoy EETP 464) empujó la decisión, pero una vez finalizada la carrera realizó un postgrado de electromedicina y así le hizo caso a sus dos vocaciones. “Fue cortito, de un año, pero vincula un poco las dos cosas: la electrónica aplicada al diagnóstico del ser humano”.

Después, fue la etapa del Invap, una Sociedad del Estado en Río Negro, con sede en Bariloche, dedicada a “satisfacer las demandas de desarrollo de alta tecnología en los campos nuclear, espacial, ambiental e industrial y a crear fuentes genuinas de trabajo en la provincia”, según sus principios fundacionales. Fue en 2012: comenzó a trabajar en el área de gerencia nuclear, en un grupo bautizado Radiation Monitory que diseña y fabrica los equipos para el censado de radiación en los reactores de investigaciones de baja potencia, en los que la Argentina tiene reconocida experiencia.

En 2015 pasó al área de gerencia aeroespacial. Y desde entonces, está involucrado en proyectos satelitales.

“Participé de los dos Saocom (1A, lanzado el año pasado, y el reciente 1B). Lo que hice fue el diseño, la fabricación y testing de una caja (umbilical box) cuya función es proteger al satélite de descargas atmosféricas cuando está montado sobre el lanzador. Analiza el tiempo para prevenir el daño de la electrónica del satélite en caso de que ocurran fenómenos atmosféricos peligrosos durante el lanzamiento”, explicó.

“Este tipo de proyectos son pioneros, no sólo los Saocom, sino todos los satélites geoestacionarios cuya misión es la transmisión de datos. También el SABIA-Mar (concebido como una misión de observación de la Tierra centrado en el estudio del mar y costas), en conjunto con Brasil para el estudio en nuestro país y otros, de órbitas bajas, que sirven para monitorear, por ejemplo, la humedad del suelo (como es el Saocom)”, describió Ades.

Foto: Maurcio Ades en el “cuarto limpio” donde se controla el nivel de partículas de polvo en el aire para que no interfieran con la electrónica. “Estoy vestido con un mameluco celeste que es antiestático por si llego a tocar la electrónica no hacer una descarga estática y quemar los componentes electrónicos”, relató. La manta amarilla es una manta térmica.

 

“Estos proyectos le dan un valor agregado a la Argentina, son hitos, únicos, aportan conocimiento sobre nuestros suelos y sirven para la prevención de catástrofes como las inundaciones o la erupción de un volcán”, señaló el rosarino que ahora vive con su familia en un pueblito pegado a San Carlos de Bariloche.

Su trabajo en el Saocom 1B finalizó hace unos 3 años. Ahora, diseña equipos para futuros satélites que fabrique el Invap.

Mauricio recuerda a su compañero de trabajo y de facultad Fabián Bressan, quien participó en el área satelital hasta el SAC-D (Satélite de Aplicaciones Científicas – D), también conocido como Aquarius y desarrollado en conjunto con la Nasa (agencia espacial estadounidense). En Invap trabajan alrededor de 1600 personas y son varios los rosarinos graduados en la UNR que trabajan en la sede de Bariloche.

La serie de satélites Saocom incluye el desarrollo de instrumentos activos que operan en el rango de las microondas. Consiste en la puesta en órbita de dos constelaciones, Saocom 1 (ya en órbita) y Saocom 2. La segunda serie tendrá incorporados avances tecnológicos que resulten de la experiencia de la primera. Cada constelación está compuesta a su vez por dos satélites, nombrados como A y B. Son similares, por la necesidad de obtener la revisita (nuevo reconocimiento) adecuada.

“El Saocom 1B se lanzó hace días y los avances tecnológicos que resulten de las experiencias de estos satélites servirán para la construcción y puesta en marcha de los otros dos”, insistió.

Kevin Velhuda, también graduado en la UNR, compartió tareas con Mauricio en el Invap en torno al proyecto Saocom. “Con Kevin estuvimos juntos en los ensayos mecánicos de una caja, un shaker, un agitador que sacude la caja para simular las condiciones del lanzamiento. Kevin me auditó a mí ya que su tarea es la gestión de calidad”, cuenta Ades.

Kevin confió que estudió Ingeniería  Industrial porque considera que es una carrera “muy versátil”. Explica: “Podés aplicar los conocimientos en distintos tipos de industrias, el análisis de situación, los procesos, recursos y optimización que siempre me parecieron interesantes”. Tiene 30 años y es de Tortugas. Se trasladó a Rosario para estudiar en la Universidad. Hoy, vive en San Carlos de Bariloche.

Ingresó al Invap a fines de 2015 como pasante. Apenas tres semanas después, le ofrecieron un puesto con jornada completa en el equipo de aseguramiento de productos.

“Tuve la posibilidad de participar en el Saocom 1A acompañando los ensayos ambientales de sus sistemas y en los funcionales. Estuve en California, en la campaña, pero no participé de su lanzamiento. En cambio, ahora con el Saocom 1B fui a Cabo Cañaveral, en el estado de Florida, y pude presenciar esta segunda puesta en órbita”, contó Kevin.

“Para mí es muy importante haber participado de estos proyectos por lo que significa en el desarrollo tecno productivo del país y porque le tengo un cariño especial ya que toda mi experiencia en Invap la adquirí con los Saocom”, explicó.

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