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Congreso provincial

El PS le pasó factura a la UCR

El socialismo criticó a sus socios en el Frente por aliarse al PRO.


El socialismo descartó, en forma orgánica, sumarse a Cambiemos. “Quedamos solos”, resumió el gobernador Miguel Lifschitz en referencia a la alianza de la UCR con el PRO.

Fue en su discurso ante el congreso provincial del Partido Socialista, ayer a la tarde en Santa Fe. Según Lifschitz, con el nuevo esquema político a nivel nacional “las cosas quedaron más claras”.

En este sentido, el mandatario provincial ubicó al socialismo como la única fuerza capaz de liderar una alternativa progresista en la Argentina y llamó a construir un frente nacional no ya con otros partidos sino “con el pueblo y las organizaciones sociales”.

El socialismo celebró ayer su congreso provincial ordinario en la sede del Rectorado de la UNL. Participaron 500 delegados de toda la provincia, que discutieron en comisiones la posición política a tomar frente a la realidad nacional y provincial, la organización partidaria y las estrategias territoriales. Entre otros, estuvieron Hermes Binner, Antonio Bonfatti, Rubén Galassi, Eduardo Di Pollina, Mónica Fein, Rubén Giustiniani, Claudia Balagué, Alicia Ciciliani, Enrique Estévez, Raúl Lamberto y Joaquín “Popi” Blanco, candidato a suceder a Lifschitz en la conducción del partido (ver aparte).

Sin demasiados estruendos, el gobernador y actual secretario general del socialismo provincial le pasó factura a la UCR por su viraje hacia la derecha, consumando el año pasado con la conformación del Frente Cambiemos junto al PRO y la Coalición Cívica.

Lifschitz llamó a los dirigentes y militantes del socialismo a “construir una alternativa progresista” para disputar el poder a nivel nacional: una suerte de revival del frustrado Frente Amplio, al que el actual mandatario provincial definió como “espacio de amplitud progresista”.

“Cambiemos, no”

En el documento consensuado por las distintas corrientes internas que participaron del congreso, los socialistas dejaron en claro: “No somos ni seremos parte de Cambiemos. Los socialistas hemos ratificado nuestro rol opositor al actual gobierno. Estamos convencidos de que solo una alternativa progresista ofrece soluciones a los problemas de nuestro país y que siempre los sectores populares se verán perjudicados con reformas pro-mercado”.

En el congreso se aprobó de forma unánime la estrategia de abrir canales de diálogo con organizaciones y movimientos sociales con el objetivo de que “puedan sumarse a este camino de transformaciones en el nuevo contexto social y político del país”.

Además, los congresales ratificaron la pertenencia del socialismo al Frente Progresista en la provincia y señalaron que “representa un proyecto con propuestas serias, responsables y verdaderamente progresistas, sin corrupción”.

Puja por la renovación

El Partido Socialista renovará autoridades, tanto en la Nación como en la provincia, en junio. El 19 de abril cierran los plazos para la inscripción de listas. La conducción nacional, en manos de Hermes Binner, pretende sellar un acuerdo para evitar las internas y postular al ex gobernador y actual titular de la Cámara de Diputados de la provincia, Antonio Bonfatti, como sucesor de Binner. Pero para ello deberá cerrar filas con otros sectores que también pretenden disputar la conducción: el que encabezan Héctor Polino y Rubén Giustiniani y el espacio de Roy Cortina.

Si hay acuerdo a nivel nacional, se aplicará la misma estrategia en la provincia; caso contrario, habrá internas entre el sector de Binner y Bonfatti –apoyados por Lifschitz y Fein– y su histórico rival en la provincia: Giustiniani. La conducción provincial busca postular al actual diputado Joaquín “Popi” Blanco como sucesor de Lifschitz al frente del socialismo santafesino.

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