Sociedad

Primera embestida racista

El primer ataque antisemita fue en la Semana Trágica

Investigadores y referentes de la comunidad judía señalaron que la represión al “primer levantamiento del incipiente proletariado organizado en la Argentina” contuvo también el “primer ataque antisemita” de la historia nacional


Investigadores y referentes de la comunidad judía señalaron que la represión al “primer levantamiento del incipiente proletariado organizado en la Argentina” contuvo también el “primer ataque antisemita” de la historia nacional, al inaugurar las jornadas “A 100 años de la Semana Trágica y a 80 años de la Segunda Guerra Mundial”.

“Con los acontecimientos de la Semana Trágica (7 al 14 de enero) de 1919, estamos frente al primer levantamiento del proletariado organizado como tal: ninguna de las huelgas previas tiene esta impronta porque no se parece a lo que pasaba en el siglo XIX o en las décadas anteriores del siglo XX”, afirmó María Gabriela Mizraje, escritora y docente de la Untref.

“Y por otro lado, no solo es el primer pogrom, sino el único de la Argentina porque me resisto a poner en el mismo nivel otras expresiones de antisemitismo como los atentados a la Embajada (de Israel) o la AMIA, o como la doble violencia que padecieron durante la última dictadura militar aquellos detenidos y desaparecidos judíos”, agregó.

Mizraje aseguró que quienes no le dan la entidad de pogrom “niegan la magnitud de la represión ensañada con la comunidad judía”, que se articula con “una demonización” de esta población que había quedado asociada con el “anarquismo” en el imaginario social desde el atentado de Simón Radowitzky contra el comisario Ramón Falcón, en 1909, y con el “bolchevismo” tras la Revolución Rusa de 1917, en virtud de la “confusión y superposición entre rusos y judíos”.

La especialista tuvo a su cargo la ponencia inaugural del evento que se desarrolla desde hoy hasta mañana en la sede del Seminario Rabínico Latinoamericano, en el barrio porteño de Belgrano, organizado conjuntamente por el Museo del Holocausto.

Antes que ella, el secretario del Museo del Holocausto, Ariel Shapira, recordó que ayer se cumplieron 80 años del inicio de la II Guerra Mundial, “una de las tragedias más grandes de la humanidad”, que dejó 60 millones de muertos, y “nos mostró” cómo de la mano de “los nacionalismos, la tecnología servía para cosas nefastas como la creación de campos de exterminio” -donde fueron asesinados seis millones de judíos- “y de bombas atómicas”.

El embajador de Gran Bretaña, Mark Kent, dijo que “debemos aprender de lo que pasó para asegurarnos que nunca más suceda”.

En la apertura estuvieron presentes también el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y la embajadora de Francia, Claudia Scherer-Effosse.

El historiador Hernán Camarero aseguró por su parte que “la Revolución Rusa conecta de manera directa con la Semana Trágica y con otros procesos de conflictividad social, de polarización política y radicalización ideológica”, al disertar en el primer panel, “La Semana Trágica en la perspectiva de la historia argentina y de la comunidad judía”.

“La Semana Trágica ha sido una de las mayores matanzas a cielo abierto llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad acompañadas por civiles en el siglo pasado, solo comparable a la Patagonia Trágica de 1921, a los bombardeos de Plaza de Mayo de 1955, y a la masacre de Ezeiza de 1973”, comparó en tanto el escritor e historiador Marcelo Dimentstein.

Con el nombre de “Semana Trágica” se conoce la masacre sufrida por el movimiento obrero argentino entre el 7 y el 14 de enero de 1919, a la que sirvió de disparador una huelga en los talleres metalúrgicos Vasena emplazados en lo que hoy es la Plaza Martín Fierro -en el barrio porteño de San Cristóbal- en reclamo de mejores condiciones laborales.

Con el correr de los días, esa protesta fue sumando la solidaridad y adhesión de otros gremios, y derivó en una huelga general duramente reprimida por el gobierno de Hipólito Yrigoyen que terminó con al menos entre 700 y 1.300 trabajadores asesinados, muchos de ellos de origen judío.

“Fueron muchos más los muertos de la comunidad judía que del resto, y el ensañamiento fue atroz, si hasta se colgaban de las barbas de los judíos talmúdicos” (ortodoxos), dijo Mizraje.

La persecución antisemita que llevaron adelante las fuerzas de seguridad junto con civiles agrupados en la denominada “Liga Patriótica” incluyó, también, quema de libros y sinagogas, detenciones, torturas y violaciones, se explicó.

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