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El mundo no está preparado para las migraciones

El implacable ritmo de las migraciones tomará al mundo por sorpresa, a menos que los Estados, las organizaciones internacionales y la sociedad civil acuerden la necesidad de invertir en las herramientas para enfrentar el fenómeno, según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2010, difundido ayer por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El implacable ritmo de las migraciones tomará al mundo por sorpresa, a menos que los Estados, las organizaciones internacionales y la sociedad civil acuerden la necesidad de invertir en las herramientas para enfrentar el fenómeno, según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2010, difundido ayer por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La demografía, las necesidades económicas y los efectos del cambio ambiental impulsan “inexorablemente” el aumento de migrantes internacionales.

Por esa razón, gobiernos y agentes no estatales deben invertir recursos humanos y financieros suficientes para asegurar que Estados, sociedades y migrantes “cosechen frutos del pleno potencial de la migración en el futuro” de acuerdo al informe “El futuro de la migración: creación de capacidades para el cambio”.

El documento indica que pese a las inversiones anuales de millones de dólares las respuestas a los retos y oportunidades actuales “suelen ser de poco alcance, parciales y fragmentarias” con un profundo efecto en la movilidad humana y en el desarrollo económico y social “que afecta a todos los países de algún modo”.

“El riesgo de no contar con políticas y recursos adecuados para abordar la migración significa perder una oportunidad histórica de obtener los beneficios de este fenómeno mundial”, dice William Lacy Swing, director general de la OIM.

Si el número de migrantes internacionales, estimado en 214 millones en 2010, continúa aumentando al ritmo de los últimos veinte años, podría alcanzar los 405 millones en 2050.

El informe señala que los nuevos patrones de migración irregular comprenden un número cada vez mayor de menores no acompañados, solicitantes de asilo, víctimas de la trata de personas o personas que intentan huir de los efectos del cambio ambiental o climático, para los que “actualmente existe escasa protección internacional”.

“Sin una inversión importante en el ámbito de las cuestiones migratorias no hay duda de que aspectos de fundamental importancia, como los derechos humanos de los migrantes y su integración en las sociedades de acogida, se tornarán aún más urgentes”, añadió Swing.

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