El mercado de futuros se adelanta a un escenario político que condicionará la evolución de la divisa extranjera y pronostica un dólar a casi 60 pesos para diciembre. Fuerte desconfianza de los mercados por un posible fin del modelo especulativo y por las condiciones actuales de la economía. El riesgo país en alza, producto de la huida masiva de inversores y de un proceso de dolarización que se anticipó, complican al gobierno nacional para lo que resta de acá a las elecciones.
La falta de previsibilidad, la incertidumbre y las condiciones macroeconómicas adversas que engendró Cambiemos, provocaron un proceso de dolarización más ágil que el que se suponía a fines de 2018 y principio de este año. Los ahorristas van a la moneda extranjera, y los grandes jugadores huyen de Argentina. Otros, apuestan al mercado de futuros, una herramienta que parece ser el termómetro más preciso sobre la evolución del dólar, por medio de la cual a diciembre ya se negocian contratos a 59,70 pesos. La proyección está muy lejos, un 50% por encima, de la cotización del dólar de 40 pesos prevista en el presupuesto 2019.
Ese factor de desconfianza se alimentó estos últimos meses, con un escenario político que se muestra cada vez más difícil para la reelección de Cambiemos y compromete la continuidad del modelo especulativo. Esto queda de manifiesto a partir de una huida de capitales que resultó previa a lo esperado. En diálogo con El Ciudadano, el economista Federico Fiscella advirtió que el escenario que se esperaba para junio de este año, “ya lo estamos atravesando”.
De acuerdo a datos del Credit Suisse, un banco suizo que opera en Argentina, la dolarización de privados superó en tres años de mandato de Cambiemos a los doce de kirchnerismo. En esos tres mandatos, las compras por parte de privados sumaron unos 52.200 millones de dólares, mientras que en estos últimos tres años, superaron ampliamente los 64.000 millones de dólares. Aún no hay ingreso genuino de moneda extranjera y la demanda se aceleró, sobre todo “estas últimas semanas con respecto a enero y febrero”, comentó Fiscella, algo que indefectiblemente empujó a la suba del dólar.
El termómetro a futuro
Por estos días, las operaciones de dólar a futuro para diciembre se están negociando a 59,70 pesos, para noviembre a 58 y más cercano en el tiempo, a septiembre, 54,70”, aseguró el analista económico y financiero Federico Fiscella. Resaltó esta cuestión en virtud de que “el mercado de futuros es el mejor predictor que tiene el dólar, ya que para operar ahí los inversores ponen plata”.
De hecho, cuando asumió Guido Sandleris al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) los acuerdos que se negociaron a futuro para estos meses rondaban los valores que tenemos por estos días. Fiscella consideró que esos valores y el que presenta en las pizarras la divisa estadounidense “se van retroalimentando”. A su criterio “es más fuerte la influencia del mercado a futuros que el de contado”, y por eso mismo hoy es un condicionante a atender.
La operatoria
El mercado de dólar futuro se explica como un contrato entre un comprador y un vendedor, y que tiene a la firma Rofex como uno de los mayores operadores, es decir, como intermediario. Comprador y vendedor pagan inicialmente una prima que se denomina margen de garantía, un fondo que le queda a la entidad intermediaria. Ambas partes estipulan un precio del dólar a determinado plazo. Llegada la fecha límite que se acordó en el contrato, si ese día el valor del dólar está por encima del precio acordado, la diferencia será la rentabilidad del comprador y la pérdida del vendedor. De lo contrario, si el valor del dólar ese día se ubica por debajo del precio acordado, quien saque rédito de la negociación será el vendedor.
Renegociar con el fondo
Federico Fiscella adhiere a los valores que pronostica el mercado de futuros pero inclusive en el corto plazo, y ve “una proyección de 10 pesos por encima de los 45 actuales, que puede suceder de una o ir más secuencialmente”. Estos valores estarían por encima de la zona de no intervención acordada entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) Y el BCRA que hoy tiene su techo en 50 pesos.
“A partir de ahí le habilitan al gobierno a sentarse a negociar para que, si el dólar supera ese nivel, el gobierno pueda volver a vender otro volumen que el que le autorizan ahora”, explicó. Esto se traduce en que, en caso de dispararse por encima de los 50 pesos, el gobierno debería renegociar un nuevo acuerdo con el FMI donde le pida cambiar condiciones si efectivamente quiere contener el dólar.
Dolarización
El economista y especialista en finanzas hizo hincapié en la desconfianza generalizada en el gobierno. “Lo que ahora está anticipando el mercado futuro es una dolarización de la sociedad mucho más rápida de la que se esperaba, el escenario más negativo daba este nerviosismo que hay ahora, recién para junio”, sostuvo. En tanto, agregó que a principios de año la lógica indicaba que todos continuarían con la bicicleta financiera hasta octubre, pero “la desconfianza se disparó y se aceleró la demanda de dólares con respecto a enero y febrero”.
En distintas escalas, los especuladores intensificaron su proceso de dolarización, de llevar sus ahorros al dólar. “Las grandes empresas fueron al mercado de futuros que les garantiza que no van a perder, y los individuos o empresas Pyme están yendo a comprar dólares” analizó. De hecho, entre los pequeños ahorristas se da lo que caracterizó como fenómeno del “descanuto”. Lo explicó como el proceso donde “mucho minorista con dólares guardados los liquidan para llegar a fin de mes, algo que generó reflujo entre compradores y vendedores y que ayudó a la estabilidad, pero que se terminó los primeros días de marzo”.
Desconfianza y riesgo país
La desconfianza de los mercados está vinculada con la continuidad o no de Cambiemos, pero también en las variables económicas que engendró el gobierno nacional. Fiscella evaluó: “El riesgo político tiene que ver con que todos le dan probabilidad a opositores en las elecciones, lo cual generaría un cambio en las condiciones que tienen hoy los especuladores, pero a la vez ven que el gobierno no puede salir de un 4% de inflación mensual”.
Esta situación, y la consecuente salida de capitales especulativos, incide en lo que se conoce habitualmente como riesgo país, índice que representa el diferencial entre bonos del Estado nacional con los estadounidenses. “Cuando se van esos especuladores venden sus bonos más baratos, y cuando baja el precio de tus activos te volvés más riesgoso, cuando cae tu precio se agranda la brecha con respecto a los activos norteamericanos y el riesgo país sube, que es lo que sucede hoy”, concluyó Federico Fiscella.