Ezequiel Nieva
Desde que comenzó el período de sesiones extraordinarias de la Legislatura provincial, el 1º de diciembre de 2018, la Cámara de Diputados sesionó sólo cuatro veces (una en diciembre, dos en febrero y la restante en marzo) y el Senado apenas tres (una en diciembre, una en febrero y la otra en marzo).
Las actividades electorales, primero por el cierre de listas y ahora por la campaña, mantienen paralizada a la Legislatura, cuyas cámaras recién volverán a reunirse el 11 abril. Y a partir de allí se abrirá otro largo lapso sin sesiones hasta que hayan pasado las elecciones primarias del 28 de abril.
La Legislatura no sólo funciona poco en tiempos de elecciones; en las sesiones que se realizaron desde diciembre solo se trataron temas irrelevantes: declaraciones de interés, ingreso de nuevos proyectos, posicionamientos políticos frente a cuestiones que exceden la propia actividad legislativa (falta de vacunas, inflación, despidos). Los proyectos pendientes de mayor relevancia permanecen en estudio y casi no se observan avances. Los últimos temas importantes (presupuesto, impuestos) se aprobaron en diciembre y a partir de allí los legisladores pasaron a otra cosa.
Después del receso de enero, la única decisión importante que tomó la Cámara de Diputados fue aprobar la designación de Susana Bertone como reemplazante de Claudia Moyano, fallecida el 23 de enero. En ese caso, se tuvo en cuenta el criterio de género (mujer reemplaza mujer) en lugar del corrimiento natural de los postulantes suplentes de la lista. Fuera de esa decisión, no se aprobaron proyectos de relevancia, igual que en el Senado.
Legisladores en campaña
La inactividad legislativa se explica a partir de un dato concreto: la mayor parte de los legisladores en funciones son precandidatos para las elecciones del 28 de abril. Algunos buscan renovar sus bancas; otros se presentan para distintos cargos electivos.
En el Senado, los 19 representantes actuales son precandidatos: 17 aspiran a lograr la reelección y los dos restantes también se anotaron en la grilla electoral. Danilo Capitani (departamento San Jerónimo) es el compañero de fórmula de María Eugenia Bielsa en la interna de gobernador del PJ. Y el actual senador por Rosario, Miguel Ángel Cappiello, es el candidato suplente de Mónica Fein, quien busca sucederlo en esa banca.
En el Senado se registran dos saltos políticos respecto de las elecciones pasadas: Hugo Rasetto (departamento Iriondo) ingresó a la Cámara por el Frente Progresista y ahora compite como candidato de Cambiemos; Joaquín Gramajo (9 de Julio) fue electo por el PJ pero ahora se presenta con un partido distrital apoyando al candidato del oficialismo, Antonio Bonfatti.
Sólo dos de los 17 senadores que van en busca de su reelección no tienen internas en abril: Rubén Pirola (PJ, departamento Las Colonias) y Felipe Michlig (Frente Progresista, departamento San Cristóbal). Los otros 15 senadores deberán sortear las primaras para poder participar de las generales del 16 de junio.
En tanto, de los 50 diputados en funciones, 28 son precandidatos a distintos cargos electivos. No todos buscan renovar; algunos pelearán bancas de concejales, otros quieren llegar al Senado, mientras que el actual presidente de la cámara, Antonio Bonfatti, se postula para regresar a la Casa Gris, en lo que sería su segundo mandato como gobernador luego del período 2011-2015.
Además de los diputados que son precandidatos, hay otros que, sin ocupar lugares en ninguna lista, participan de manera activa como armadores de campaña. Es el caso del socialista Rubén Galassi, del peronista Roberto Mirabella (del espacio de Omar Perotti) y del titular del PRO Federico Angelini, uno de los estrategas de la campaña de Cambiemos en la provincia.
Los temas pendientes
En 2018, aunque la actividad legislativa fue intensa, quedaron muchos temas pendientes que difícilmente se lleguen a tratar este año. Algunos están relacionados a la ampliación de derechos sociales; otros están vinculados a la economía o a distintas áreas de la gestión provincial. El “parate” casi obligado por la campaña ha postergado todos esos debates.
Algunos de los proyectos de ampliación de derechos que quedaron cajoneados son la ley de paridad de género (con media sanción de la Cámara de Diputados, sin tratamiento en el Senado), la ley provincial de educación (en idéntica situación, aunque los senadores del bloque mayoritario del PJ se comprometieron a tomarse “un tiempo” para analizarlo) y la ley de educación sexual integral, que también tiene media sanción de la Cámara baja y duerme el sueño de los justos en el Senado, una cámara poco proclive a la sanción de normativas progresistas.
Además, el gobierno ha enviado sus propias iniciativas, vinculadas a distintas áreas de la gestión económica, pero sin mostrar señales de apuro en lograr su aprobación. Es el caso de la ampliación de fondos para el Plan Equipar (por el cual la provincia financia equipamiento para los municipios) o del ambicioso proyecto para crear un banco público provincial. Ese tema fue enviado a la Legislatura, pero el Ejecutivo ni siquiera lo habilitó para ser tratado en sesiones extraordinarias.
Tampoco hay mayores avances en los temas más controversiales, que a lo largo de 2018 generaron un fuerte debate entre las cámaras e incluso al interior de cada bloque político. Entre ellos, se destacan la reforma del Código Procesal Civil y Comercial y la adhesión de la provincia a la nueva ley nacional de ART, impulsada por Cambiemos y por las cámaras empresariales y resistida por los sindicatos.
En un año netamente electoral, con renovación de cargos provinciales en el primer semestre y campaña presidencial en la segunda mitad, no parece haber mucho margen para la discusión de los proyectos que reclama la ciudadanía, los sectores productivos y el propio gobierno.
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