Fuentes judiciales informaron que el fallo del Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 bahiénse, integrado por los jueces Mario Burgos, Hugo De Rosa y Enrique Montironi, se leerá cerca del mediodía.
En los alegatos, el fiscal de juicio Sebastián Foglia pidió que se condene a 35 años de prisión al imputado Mauro Emilio Schechtel (30).
Para el fiscal, “el imputado eligió a su víctima y luego de abusar de ella, intentó incinerarla para asegurarse la impunidad del hecho”.
Al hablar sobre las pericias psicológicas realizadas a Schechtel, el funcionario judicial explicó que “son claras y contundentes” porque “confirman su perfil sádico, pedófilo y perverso”.
Durante el alegato, el fiscal dijo que el hecho se encuadra en un “delito sexual doblemente agravado con acceso carnal en concurso real con tentativa de homicidio” y solicitó, además, un tratamiento psicológico en un penal para el acusado.
Por su parte, la abogada Adriana Domizi, representante legal de la niña, compartió la solicitud de la fiscalía, aunque requirió una condena de 40 años, al considerar que “por las lesiones que sufrió la menor no se sabe si en un futuro podrá ser madre”.
En tanto, el defensor oficial Germán Kiefl pidió una condena por tentativa de homicidio simple y que “se descarte el agravante y abuso sexual agravado teniendo como tope una pena de veinticinco años de prisión”.
El episodio que conmocionó a Coronel Dorrego ocurrió la tarde del 18 de junio de 2008, cuando la niña se dirigía en una bicicleta al club Independiente de esa localidad, para practicar básquet.
Según la investigación, la niña fue atropellada por un Renault 12 en el que viajaba el hombre, quien la subió al rodado, la amordazó y la ató con cinta de embalar.
Luego, el imputado se dirigió a la ruta 72, a unos 12 kilómetros de Coronel Dorrego, la llevó hasta un descampado y abusó sexualmente de ella.
Tras el ataque, la niña se desmayó y el hombre tomó un bidón, la roció con combustible y la prendió fuego.
Herida y con quemaduras en casi todo su cuerpo, la víctima recuperó el conocimiento y se arrastró hacia la ruta, donde fue vista por un camionero que la auxilió.
Tras ser rescatada, la niña aportó los datos sobre el sospechoso y fue trasladada a un centro sanitario de Bahía Blanca, desde donde la derivaron al hospital Garrahan de la Capital Federal.
Allí se recuperó de diversas quemaduras que afectaron el 60 por ciento de su cuerpo y de las heridas producidas por el ataque.
Con el testimonio de la nena, sumado a las características del auto y del hombre que la había atacado, durante la madrugada del mismo día la Policía demoró al plomero ahora sometido a juicio.
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