Es factible que el triunfo de Newell’s ante Vélez, en el Parque, haya sido el más importante del segundo semestre de 2010. Por la trascendencia del rival y también por la forma en que se consiguió. Un análisis individual lo dejaba en clara desventaja, pero el fútbol es un juego colectivo y es ahí donde se hace fuerte Newell’s.
Las razones son bastante simples, casi elementales. EL LIDERAZGO ES SU ARMA, y arranca con Roberto Sensini, quien lejos de las espectacularidades de estos días y el particular amiguismo con los jugadores, él se mantiene distante y toma las decisiones sin consensuar más allá de sus colaboradores. Le tocó estar afuera ante Vélez, su lugar lo ocupó Grioni y no hubo SHOW TELEFÓNICO en el medio, un par de llamadas y nada más. Así es Roberto, un tipo simple. Es su debe le falta el TÍTULO, a su favor más allá de la osadía del Apertura 2009, que quedó en las vitrinas de Banfield, nunca contó con un plantel apropiado para pelear un campeonato desde la condición de candidato.
El tema del liderazgo sigue por los jugadores. Peratta está en su mejor momento, el histórico suplente de Chilavert (experiencia que sin dudas le sirvió y mucho) en Vélez, encontró su lugar en el fútbol. De mal carácter, suele ser insoportable para los pibes, pero suma y mucho desde el arco. Alayes y Schiavi, son ejemplos desde sus carreras. Lejos del virtuosismo de algunos pares, son inteligentes y fuertes y eso los sostiene. Para el ex Estudiantes lo mejor ya pasó, pero tiene temperamento de sobra para aguantar en el fondo. Schiavi, junto a Bernardi, se constituye en el alma del equipo. El Flaco no duda y define cuando le toca, venía de errar un penal y no titubeó en tomar la pelota y patearlo. Lucas, con Mateo como ladero, encontró tiempo para poner la pelota justa en el momento indicado. COMO EL PASE A FORMICA, que sirvió para descomprimir el medio y para que el talento del equipo encuentre en Sperduti la proyección justa de la acción para que terminase en gol.
El resto de la fórmula es el COMPROMISO del resto. Hay jugadores que bien podrían integrar un plantel de un equipo que pudiera perder la categoría como Vella, Borghello, Mateo, Estigarribia, Cichero. Son comunes, pero dan lo máximo que tienen, desde la concentración y el sacrificio, y por eso terminan siendo un aporte positivo en un equipo bravo para cualquiera.
Los DISTINTOS no abundan, casi que es un calificativo reservado para Formica y Sperduti, el primero puro talento, el otro por fe y potencia. Ellos sí tiene futuro de GRANDES LIGAS, y entre todos la ilusión está vigente. Y los resultados a la vista.
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