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Fauna urbana

El mamífero con peor prensa

En la ciudad hay una organización que estudia y protege a los murciélagos, un animal que produce rechazo pero es fundamental para el equilibrio ecológico. En la Argentina hay 64 especies, de las cuales unas 9 viven en Rosario.


Que todos chupan sangre. Que son animales de mala suerte. Que son ciegos. Que son ratones con alas. Que son aves. Que se enredan en el pelo de la gente. Que son una plaga. Que todos están rabiosos. Que son dañinos. Todos estos mitos sobre los murciélagos son falsos. Sin embargo, luego de los roedores, son los mamíferos que más abundan en el planeta y existen 1.200 variedades, diferenciadas en gran medida por su alimentación. Hace más de 65 millones de años que habitan la Tierra, y prestan sus servicios para garantizar la supervivencia de numerosas especies imprescindibles en este mundo.

María Eugenia Montani, integrante de la Fundación del Programa de Conservación de Murciélagos de Argentina (delegación Rosario) trabaja con un grupo de investigadores, estudiantes y miembros de la comunidad, interesados en conservar y conocer a estos animales en la Argentina. “Lo que buscamos es desmitificar las falsas creencias que los identifican como organismos perjudiciales para el hombre. El objetivo del programa es educar e informar a la población sobre la importancia de los murciélagos en la naturaleza y la sociedad humana”, detalló.

Montani explicó que en la Argentina habitan 64 variedades y en Rosario hay entre ocho y nueve especies. Algunas de ellas son migrantes, es decir que se van durante la época de frío y otras lo que hacen es hibernar; por eso durante el invierno no se ven muchos. Desde abril hasta noviembre tienen su época de reproducción.

Insectos, frutas, flores y polen

“Los murciélagos viven aproximadamente cuarenta años, tienen una sola cría por año y las amamantan hasta que aprenden a volar. Tienen distintos tipos de alimentación y, en general, son insectívoros. Cada especie tiene un grupo determinado de insectos, pero funcionan como controladores biológicos de esas especies y por lo tanto bajan la cantidad de esas poblaciones”, detalló la investigadora.

“Otros se alimentan de frutas, polen o néctar de flores, y sólo hay tres subgrupos que son hematófagos a nivel mundial, pero no están en la ciudad”, especificó.

Montani contó que se pone especial énfasis en el tema epidemiológico debido a que la mayoría de las personas tienen miedo a los murciélagos. Piensan que todos están enfermos y se los relaciona con el tema de la rabia.

“Hay que tratar de no tocarlos, como a cualquier otro animal silvestre. Son animales curiosos, pero como se acercan, se van”, aseguró la experta.

Montani reveló que los murciélagos “son animales inteligentes, tienen buena visión, y junto con ese sentido tienen otro sistema de visualización nocturna que es la ecolocalización, que es un sistema similar al que tienen los delfines: emiten sonidos que no son perceptibles para nosotros, ese sonido rebota en una pared u otro obstáculo, la onda vuelve y ellos construyen una imagen tridimensional del espacio a partir de eso”, puntualizó Montani.

Aliados urbanos

“Los murciélagos sirven para tener ciudades más saludables, ya que comen su peso en insectos por día y originan un equilibrio ecológico importante controlando a mosquitos, polillas y otros bichos que son bastante dañinos”, detalló la investigadora.

La hembra, si está en celo, come lo que pesa por noche, es decir, alrededor de 3.500 insectos. Si no, comen un 75 por ciento de su peso, ya que tienen un metabolismo alto. Realmente son animales fascinantes”, concluyó.

“No hay que molestarlos”

“Nosotros recomendamos no tocar a los murciélagos, no molestarlos, y en el caso de que entren a una vivienda, tratar de hacer la exclusión con paciencia. Tienen que salir sí o sí porque tienen que alimentarse todos los días. De día están perchados, colgando de las patas y descansando. Salen por las noches alrededor de las 21”, especificó Guillermo Palombo, director del área municipal de Control de Vectores.

En otro orden señaló que “es muy bajo el porcentaje de murciélagos que puedan tener rabia. El que vuela no la tiene, está sano. El que está en el suelo tiene rabia. Hay que tratar de embolsarlo, ponerlo en una caja, y tirarlo a la basura”.

“En el caso de que alguna persona o animal doméstico sea mordido por uno de ellos hay que recurrir a un control antirrábico urgente”, indicó al respecto.

¿CÓMO SACARLO DE CASA?

He aquí algunos consejos para librarse de un huésped no esperado:

n No asustarse.

n Buscar un recipiente y un cartón.

n Cubrir el murciélago con el recipiente y deslizar el cartón por debajo para que quede en el interior.

n Llevarlo así encerrado y liberarlo en el exterior.

n No tocarlo con las manos desnudas. Colocarse guantes para esta tarea.

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