El ministro de Gobierno de la provincia de Santa Fe, Pablo Farías, coincidió con su par de Educación, Claudia Balagué, sobre la importancia de sostener la cláusula gatillo en el ámbito de las negociaciones paritarias para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo frente a la inflación.
“La cláusula gatillo fue un buen mecanismo”, evaluó Farías, responsable de llevar adelante las paritarias de la administración central con los gremios ATE y UPCN. El martes, la ministra de Educación también había ponderado la herramienta que se utilizó en las paritarias de 2017 y 2018.
Según Farías, “la cláusula gatillo que se aplicó durante 2018 fue fruto de la negociación paritaria y figura en esa acta paritaria. Ahora tenemos que volver a sentarnos a la mesa y discutirlo con los sindicatos”.
En declaraciones a FM Sol, el titular de la cartera de Gobierno destacó que la cláusula de actualización salarial “fue un buen mecanismo y sirvió para lo que fue 2018, un año que en términos económicos resultó muy complicado”.
“Las previsiones que teníamos en febrero y marzo del año pasado sobre cómo se iba a comportar la economía y cuál iba a ser la inflación, todas fueron superadas por la realidad. En eso la cláusula gatillo fue protectiva del salario de los trabajadores”, remarcó Farías.
La ministra Balagué había dicho que las negociaciones salariales comenzarían “los primeros días de febrero”. Farías no quiso poner una fecha concreta, pero indicó: “Nosotros respetamos mucho el ámbito de la discusión paritaria y lo venimos fortaleciendo. Lo vamos a hacer este año también y, cuanto antes podamos sentarnos para discutir la paritaria, lo vamos a hacer. Allí vamos a definir si continuamos o no con la cláusula gatillo y en qué condiciones”.
Por otro lado, el ministro Farías se refirió al impacto de los tarifazos: “Esta situación económica de pérdida del poder adquisitivo del salario, de alta inflación, de una devaluación que nos afectó muchísimo a mediados de año, está teniendo un impacto en todo el sistema productivo y de servicios”.
“Eso nos preocupa –continuó el funcionario– porque se traduce también en un primer resultado que es la no creación de nuevos puestos de trabajo y, en un segundo lugar, empieza a afectar a todo el empleo informal”.
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