El gobierno de Santa Fe inició este jueves las negociaciones paritarias para definir la política salarial del año con los representantes de los gremios estatales, que concurrieron al encuentro celebrado en la Casa Gris con la premisa de “preservar el valor del salario” y “ganarle algunos puntos” a la inflación. En primer término, los ministros de Economía, Walter Agosto, y de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, recibieron a las dirigencias de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Luego, durante la tarde, llegó el turno de abrir las tratativas con la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), la Unión Docentes Argentinos (UDA) y la Asociación del Magisterio de la Enseñanza Técnica (Amet). Y para este viernes es la cita con los gremios del sector Salud: la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) y el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus).
Tras la reunión, el ministro de Trabajo Pusineri, confirmó que el gobierno busca que los salarios permanezcan por encima de la inflación, preservando así su poder adquisitivo. Y que, además, acepta discutir pases a planta permanente de personal contratado, uno de los históricos reclamos sindicales. En ese marco, el jefe de la cartera laboral confirmó que se trabajará en conjunto para elaborar un “mecanismo de actualización” de los salarios más eficaz que la cláusula gatillo, aunque no adelantó detalles de la idea: otra premisa sindical es no perder en ningún momento poder adquisitivo, situación que sus afiliados padecieron, aunque en la suma final terminaran equilibrando.
Al ingresar a la reunión, el secretario General de ATE, Jorge Hoffmann, anticipó que se iba a “exigir todos los mecanismos para preservar el valor del salario y ganarle algunos puntos” a la inflacióń, que para este año, según la pauta elaborada por el ministro de Economía, Sergio Massa, será de un 60%. Por ello el dirigente ratificó que “es tan importante la revisión” del acuerdo al que se puede arribar “como el porcentaje” mismo de aumento.
En ese sentido, su par de UPCN, Jorge Molina, dijo que “por los indicadores económicos, va a ser un año similar al pasado respecto de los índices inflacionarios”.
El dirigente recordó cuando en agosto del año pasado, “al no tener respuesta positiva al reclamo del adelantamiento de los tramos” de aumento, se ingresó “en una situación de conflicto”.
“Vamos a usar esa experiencia para no repetirla y tratar de tener ajustes que acompañen el valor del salario, y no como sucedió el año pasado, que tuvimos baches en algunos meses. De punta a punta, de enero a diciembre, hemos ganado, pero hubo meses con deterioro salarial”, completó Molina.
Con las mismas expectativas arribaron los docentes. Amsafé, que en la anterior reapertura de paritarias extendió el conflicto cuando los demás gremios habían acordado y libró una pelea en soledad y con final incierto, llevó su pliego de demandas: aumento salarial para el sector activo y pasivo; la situación de docentes que se jubilaron y tuvieron responsabilidad jerárquica; condiciones laborales y de infraestructura escolar; boletos educativo y rural; cobertura de cargos y horas cátedra vacantes; salud y situación de la obra social Iapos, y carrera docente, traslados y suplencias.
Poco más de una semana atrás, antes del fin de enero, el titular provincial del gremio, Rodrigo Alonso, había puesto expectativas en “la voluntad del gobierno de presentar una propuesta que vaya en línea con los intereses de las trabajadoras y trabajadores de la educación”. Y marcó: “Es el momento para que empecemos a recuperar el poder adquisitivo del salario”.
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