El achicamiento del Estado se hará sentir en el Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), sostén tecnológico del sector que el propio gobierno de Cambiemos considera punta de lanza de su modelo productivo son sesgo primario: habrá una reducción del 8 por ciento de su planta de más de siete mil empleados, en un cronograma que llega hasta abril del año que viene. El compromiso de reducción partió del director del organismo, Juan Balbín, un ex Crea (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola). El destinatario de la promesa es el Ministerio de la Modernización, a cargo de Andrés Ibarra.
El Inta, en el mismo sentido, no repondrá las vacantes por retiros, jubilaciones o fallecimiento de sus empleados por un año, salvo casos extraordinarios. Otra estrategia para reducir presupuesto del área es la meta de ahorro de unos 70 millones de pesos entre el cambio de una ART, la modificación de estructuras jerárquicas para algunos directores de estaciones experimentales que ingresen por nuevos concursos, menos gastos en direcciones nacionales y en otros rubros, enumeró Balbín en declaraciones periodísticas.
Lass propias decisiones oficiales ponen en jaque al organismo. Las 51 estaciones experimentales que el Inta despliega a lo largo del país están cercadas por las subas de las tarifas de gas, luz y agua. Balbín les pidió a sus responsables que hagan restricciones en los gastos para balancear sus presupuestos, que ya no alcanzan para un correcto mantenimiento y reposición de vehículos.
“Estamos con los recursos justos, contando las monedas”, admitió el funcionario a la par de reconocer que los tarifazos decididos por su propio gobierno “están pegándoles fuerte”. El presupuesto del Inta para este año es de 6.250 millones de pesos. Con la disparada de la inflación hasta casi el doble de la pauta oficial, quedan exiguos, a lo que se suman los tarifazos.
“Queremos ver cómo ponemos al Inta a disposición de la sociedad”, se resignó Balbín.
De 7.600 personas en diciembre pasado, ya se fueron vía jubilaciones entre 250 y 300 y la reducción continuará con el objetivo de llegar a abril de 2019 con 7.000 personas. Si no alcanzan las salidas “normales”, echarán mano a la modalidad de retiros voluntarios. En medio del achique, las autoridades negaron que esté en carpeta el cierre de alguna estación experimental.
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