En noviembre del año pasado el titular del supermercado La Gallega, Sabino Álvarez, se manifestó a favor de que las grandes cadenas cerraran los domingos. Sin embargo, durante varios meses la suya y otras firmas omitieron cumplir la ordenanza sancionada en Villa Gobernador Gálvez un mes después, que adhirió a la ley provincial 13.144 y busca que los trabajadores mercantiles puedan descansar ese día. En ese marco, hace dos semanas el Concejo Municipal local dio un golpe de efecto y aprobó las sanciones con multas y hasta inhabilitación que les caerán de ahora en más a quienes sigan infringiendo la ley. El hecho tuvo rápida consecuencia: los comercios que están en falta anunciaron que hoy cerrarán al público, con lo cual la ley de Descanso Dominical tendrá plena vigencia por primera vez en el departamento Rosario, en la que, con más de 80 mil habitantes, es su segunda mayor ciudad.
La adhesión en Villa Gobernador Gálvez a la llamada ley provincial de Descanso Dominical se dio al poco tiempo de que el gobierno santafesino la promulgara, ambas en diciembre del año pasado.
Esa ciudad fue la tercera en hacer efectiva la normativa que impide abrir sus puertas a supermercados y comercios de grandes y medianas superficies que superen los 120 o 200 metros cuadrados (cuando están dentro de un shopping), según el caso.
En Villa Gobernador Gálvez la ley afecta, sobre todo, a tres cadenas. Además de La Gallega (que tiene una sucursal allí que abre de mañana y tarde), quedaron encuadrados dos negocios de Supermercados Coty (con fuerte presencia también en el sur de Rosario) y el local de Musimundo, entre otros.
Cuando el Concejo de esa ciudad adhirió a la ley santafesina se estableció que en un lapso no mayor a 60 días el Ejecutivo debía enviar “un informe con los mecanismos de control y cumplimiento”. Ese plazo marcaría de alguna manera la puesta en vigencia de la normativa.
Lo cierto es que el plazo se multiplicó por tres, y ninguna cadena cerró sus puertas los domingos.
Desde la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario (con jurisdicción en la zona) prefirieron, a pesar del incumplimiento, no polemizar directamente con el Ejecutivo de Villa Gobernador Gálvez. “Evidentemente los argentinos somos hijos del rigor. Yo desconozco cómo trabajó la Municipalidad allí. Lo que sí hay que recordar es que ley provincial le asigna un rol fundamental a los municipios, ya que les otorga el poder de policía para fiscalizar y penalizar”, mencionó Juan Gómez, el secretario de Asuntos Gremiales del sindicato mercantil.
Desde Villa, Roberto Leiva, concejal del PRO, fue más crítico. “No sólo La Gallega y el resto de los comercios violaron la norma: la Municipalidad hizo la vista gorda y no salió a controlar. Hace un mes presentamos un pedido de informes por esta situación. Y hasta ahora no nos respondieron”, señaló el edil macrista.
En ese marco, el Concejo aprobó el pasado 20 de agosto un proyecto que establece sanciones (algo que no estaba especificado en la ordenanza de adhesión) a quienes desde este domingo sigan violando la ley.
En el texto se definió que el “castigo” quedará a criterio del Juzgado de Faltas. Pero siempre con un rango de multas que van de los 5 mil a los 40 mil pesos. Y habrá clausuras e inhabilitaciones en caso de reincidencias.
Apenas conocidas las sanciones, La Gallega y Coty (habrá que ver qué hace Musimundo) anunciaron que cerrarían sus puertas cada siete días desde hoy. Ambas cadenas lo informaron a sus clientes con carteles colocados en el ingreso de sus negocios.
“Nosotros vamos a salir a controlar este domingo que eso se respete. Es importante que todos los trabajadores a los que les corresponde tengan su día libre y puedan compartirlo con su familia”, señaló Gómez.
Para Empleados de Comercio será un logro y paso fundamental el cierre dominical en Villa Gobernador Gálvez. Es que esa ciudad es una de las de mayor población de la provincia.
Con todo, en el caso de La Gallega, el largo incumplimiento se dio a pesar de que el propietario de esa cadena, Sabino Álvarez, se manifestó públicamente a favor del descanso dominical a finales del año pasado.
“Todos queremos descansar. Muchos empleados llegan a ese día muy agotados. Yo los veo; no manejo mis supermercados desde la cama. Además, abrir los días domingo resulta caro para el propietario que cumple con las normativas y paga en tiempo y forma”, sostuvo por entonces en declaraciones radiales el empresario. A juzgar luego por sus hechos, aquellas afirmaciones resultaron ser solo una quimera.
Apuntando a los súper
La ley aprobada en la Legislatura provincial el año pasado tuvo modificaciones cuando el proyecto original pasó por ambas Cámaras y se sancionó con un texto diferente al original. La diferencia principal es que resultó mucho más flexible, y que dejaba en manos de cada ciudad adherir o no a la norma.
En los municipios que adhieren sólo pueden abrir los domingos los comercios de hasta 120 o 200 metros cuadrados (esto último en el caso de los negocios ubicados en los grandes centros comerciales) o los atendidos por sus dueños en el horario de 7 a 22.
En cuanto a los shoppings, la norma estipula que sus locales de indumentaria sólo pueden trabajar con personal de primer empleo o estudiantes universitarios.
En tanto, lo más importante es que la ley exceptúa a locales gastronómicos, panaderías, heladerías, quioscos de diarios, casas mortuorias, estaciones de servicio, farmacias, cines, teatros, juegos infantiles y establecimientos en terminales de transporte, la venta de libros, música y videos, ferreterías y ferias y mercados municipales, entre otros: todos ellos pueden trabajar los domingos.
Rosario y Santa Fe
La discusión más caliente sobre el descanso dominical se está dando en las dos urbes más importantes, Rosario y Santa Fe. En la ciudad el tema está siendo abordado en el Concejo en las comisiones de Gobierno y Producción. Los ediles habían aprobado una declaración de adhesión al proyecto de ley, pero se vieron en un brete cuando la norma terminó devolviendo a cada lugar la potestad de decidir. En ese marco, en los últimos meses recibieron a distintos sectores involucrados en la norma. La mayoría de los bloques prefirió obrar con máxima cautela y “patear” todo para más adelante, pese a que el Cuerpo Legislativo rosarino había acompañado tres veces al proyecto, cuando todavía estaba en discusión en la Legislatura.
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