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Decisión dividida

El Congreso aprueba las reglas del impeachment contra Donald Trump

El mandatario norteamericano está acusado de presionar al presidente de Ucrania Volodomir Zelensky, a quien reclamó que investigara a sus rivales políticos, entre ellos, uno de sus potenciales contrincantes en la elección presidencial, Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama


La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves una resolución que detalla el procedimiento de impeachment que se seguirá contra el presidente Donald Trump.

El mandatario norteamericano está acusado de presionar al presidente de Ucrania Volodomir Zelensky, a quien reclamó que investigara a sus rivales políticos, entre ellos, uno de sus potenciales contrincantes en la elección presidencial, Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama.

Por 232 votos a favor y 196 en contra, la Cámara baja votó a favor de un texto que marca una hoja de ruta, aunque no un calendario, para continuar con una investigación que hasta ahora se ha desarrollado a puerta cerrada bajo las reglas de la mayoría demócrata.

Trump reaccionó de inmediato con un mensaje en Twitter en el que condenó “la mayor caza de brujas en la historia estadounidense”, mientras que la vocera de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo que es “un intento descaradamente partidista de destruir al presidente”.

La resolución autoriza a la Comisión de Inteligencia a hacer públicas sus audiencias y a elaborar un informe para que la Comisión Judicial decida si redacta artículos para un juicio político contra Trump, que se desarrollaría en el Senado, donde los republicanos controlan la mayoría.

Además, autoriza a que los abogados del presidente participen de las audiencias y permite que los republicanos convoquen testigos y soliciten documentos, aunque para esto necesitan el consentimiento de la mayoría de los legisladores.

“Esta resolución asegura que habrá transparencia”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, antes de la votación en el pleno.

Sin embargo, los republicanos insisten con que el proceso favorece los intereses de la oposición y por eso votaron en contra, al igual que dos legisladores de la bancada demócrata.

“Los demócratas quieren llegar a un veredicto sin dar a la administración una oportunidad de montar su defensa. Eso es injusto e inconstitucional”, aseveró la vocera de la Casa Blanca.

Se espera que la Cámara de Representantes reúna sin problemas los votos para aprobar un juicio político contra Trump, pero ese proceso se desarrollaría en el Senado, donde los republicanos tienen la mayoría y salvarían a Trump de ser removido del poder.

La investigación se centra en la sospecha de que Trump hizo abuso de poder al solicitar una interferencia extranjera contra un potencial rival en las elecciones de 2020.

Trump ha negado los cargos, que se centran en una llamada telefónica de julio pasado en la que pidió a su par de Ucrania, Vladimir Zelenski, que investigue al precandidato a la presidencia Joe Biden.

La Casa Blanca hizo pública una transcripción de la llamada el mes pasado luego de que estallara el escándalo a raíz de una denuncia de un informante anónimo de los servicios secretos que elevó una nota a superiores tras enterarse del contenido del diálogo.

Trump ha calificado de “perfecta” la llamada, en la cual pide a Zelenski investigar al hijo de Biden, Hunter, quien trabajó hasta este año en una compañía de gas de Ucrania.

El mandatario estadounidense también pidió a su par ucraniano una investigación que desacreditara la pesquisa sobre la interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016, supuestamente para ayudar a Trump a ganar los comicios.

Proceso excepcional

Esta es la tercera vez en la historia que Estados Unidos pone en marcha el juicio político contra un presidente, un proceso excepcional que conlleva la destitución en el caso de que se le considere culpable de algún delito o falta grave.

La justicia estadounidense establece que los mandatarios no pueden ser imputados mientras se encuentran en el cargo, así que sus acusaciones deben examinarse en el Capitolio. Nunca ha salido adelante hasta ahora: Nixon dimitió por el Watergate antes de que el caso se votase y los otros dos, Clinton –a raíz del caso Lewinksy en 1998– y Andrew Johnson –en 1868– ganaron la votación final en el Senado.

Ese es el escenario probable también para Trump, ya que, aunque los demócratas probablemente votarán a favor de los cargos penales contra el mandatario en la Cámara baja, que controlan, el veredicto final se decide en el Senado, de mayoría republicana, y requiere 67 de los 100 votos.

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