Ciudad

Sin banca

El Concejo, un desierto electoral

No hubo sesión ayer, y menos habrá el próximo jueves, a tres días de las elecciones. La doble condición de las dos terceras partes de los ediles, que a la par son candidatos, empujó la decisión, que se extendería a una semana después de la votación.


El Concejo fue a menos. Con 16 de los 24 integrantes de “La Casa” cruzados por la campaña electoral –y la menor porción de ellos, sólo 7, para seguir ocupando una banca en el Palacio Vasallo– el cuerpo legislativo de la ciudad resolvió no sesionar ayer, pese a que faltaban diez días para las elecciones generales. Es la primera vez, según los más memoriosos cronistas y funcionarios que transitan por Córdoba y 1º de Mayo, que se levantan dos plenarios previos del cuerpo legislastivo anteriores a la convocatoria a las urnas. Pero además, ya se adelanta que los ediles podrían no sesionar tampoco después de la votación: ayer el titular del Palacio Vasallo, Miguel Zamarini, anticipó que de producirse una situación similar a las de las primarias del 19 de abril –en las que el escrutinio provisorio cerró sin contabilizar un clave porcentaje de sufragios y los resultados definitivos se conocieron recién después del 1º de mayo– no son pocos los concejales-candidatos que viajarían y se instalarían en la ciudad de Santa Fe, más
pendientes de los resultados de los comicios que del debate legislativo local.

La decisión de no sesionar, se escuchaba ayer en los pasillos del cuerpo, se explica en un consenso de ediles para que la campaña electoral, que va cobrando mayor temperatura en el último tramo, no se inmiscuyera en los debates, enturbiando el tratamiento de proyectos para la ciudad.

Empero, aun así, en el Palacio Vasallo recuerdan que en anteriores elecciones, al menos las más cercanas, las sesiones que se levantaban eran las de los jueves inmediatos anteriores a las votaciones. E incluso que antes, en los primeros años de la recuperación democrática, el cumplimiento del reglamento se hacía tan a rajatablas que incluso en las reuniones de las comisiones de trabajo, cuando un edil debía ausentarse, se autorizaba que lo reemplazara otro miembro de su bancada, llevando las inasistencias a su mínima expresión.

Para estas elecciones todo eso quedó atrás, a la par que en los pasillos no se recuerda otra ocasión donde tantos miembros de La Casa figuren en la lista de candidatos. Dos tercios, 66,66 por ciento de los ediles, figura en las listas electorales –y en las Paso se postularon aún más: el 75 por ciento– y muchos, si resultan electos, dejarían por la mitad sus mandatos de cuatro años.

Es que parte de los postulantes buscan una poltrona en la Legislatura provincial, y no pocos con buenas chances de dar el salto. Por caso, para ser diputados provinciales están anotados el Tigre Héctor Cavallero, del Partido del Progreso Social –encabeza la lista del Frente para la Victoria– y su par, precisamente del FPV, Norma López, que está varios cuerpos más atrás en la misma boleta. También van por lo mismo el edil del PRO Roy López Molina y el integrante del monobloque Peronismo Solidario, Carlos Cossia: ambos encabezan, respectivamente, las listas de Unión PRO Federal y de Unite por la Libertad y la Dignidad.

En sus casos, se acota en el Concejo que la competencia por un cargo que se desempeña fuera de Rosario también los lleve a hacer campaña fuera de la ciudad.

Análogo razonamiento, e incluso con más kilometraje, aplica al radical Jorge Boasso, quien se postula para vicegobernador de la provincia secundando en la fórmula a Miguel del Sel, lo que lo obliga a “patear” el territorio santafesino.

Incluso, aunque más circunspecto geográficamente, alcanza al socialista Miguel Cappiello, quien quedó ungido como el postulante del Frente Progresista para senador por el departamento Rosario.

Para el resto, la campaña quedó dentro de los límites de la ciudad, lo que no les impediría cumplir las funciones que detentan. Son los casos de Anita Martínez, del PRO, y de Roberto Sukerman, del FPV: ambos pulsearán el próximo domingo 14 por la Intendencia de Rosario.

Hasta allí son nueve postulantes y a la mayor parte de ellos –a siete– a partir del 10 de diciembre, cuando se producirá el recambio, les quedaría medio mandato como concejales por delante. Sólo dos concluyen período, López Molina y Sukerman.

En tanto, los siete postulantes que completan la doble condición de concejales y candidatos, todos buscan permanecer en el Palacio Vasallo. Por lógica, todos terminan mandato este año: son los casos del justicialista Osvaldo Miatello –primero en la lista del Frente Renovador de la Esperanza– la radical María Eugenia Schmuck –segunda en la lista del Frente Progresista–, Alejandro Roselló –también segundo en la de Unión PRO acompañado por María Julia Bonifacio en el quinto lugar–, Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular –va segunda en la nómina del Frente para la Victoria–, el demoprogresista Aldo Pedro Poy –cuarto en la boleta del Frente Progresista– y por último el socialista Zamarini, quien quedó relegado al octavo lugar en el Frente Progresista.

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